tag:blogger.com,1999:blog-65440799093534052502024-03-14T01:05:40.048-07:00Cuando el día cambia de color y otros momentos.Comentarios y elucubraciones sin pretensiones, acerca de literatura, música y otras actividades más o menos artísticas.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.comBlogger18125tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-24752836354094259712017-02-02T04:44:00.000-08:002017-02-08T09:19:17.395-08:00TU RECUERDO ESTÁ A SALVO CONMIGO<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">-“<i>Uep</i>, Capitán, me tienes que ayudar a contar esta historia. Échame
una mano, porque no creo que pueda sola”. Porque, ¿Cómo explicar en pocas
palabras la emoción de volver a encontrar a un gran amigo que, por
circunstancias naturales y trajines cotidianos, habías perdido de vista? ¿Cómo contar la alegría de oír nuevamente su
voz, saber de su vida, volver a compartir viejas historias de juventud y nuevas
sensaciones? Tú ya lo sabes porque eres uno de los dos protagonistas de este relato, pero
quizá sea conveniente poner en antecedentes a los que, cada uno por un motivo
distinto, hayan decido leer este escrito: a lo mejor si les doy alguna pista, entenderán
mejor lo que quiero expresar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Te conocí en un día
caluroso de junio de hace treinta años, en uno de estos complejos turísticos
construidos donde las lluvias torrenciales de septiembre desembocan en el mar,
formando una de estas maravillosas calas del este de la isla, mientras yo
intentaba guiar y dar información a los turistas perdidos, y tú aspirabas a no
perderte, mientras buscabas tu vocación compaginándola con un trabajo estival.
Y en aquel lugar, en el que los dos nos encontrábamos extraños, donde el
agotamiento del trabajo no nos permitía fijarnos en las maravillas del paisaje
que nos envolvía, de donde yo hubiera querido salir huyendo cada vez que se
ponía el sol y donde tú no hubieras querido tener que volver cada vez que
amanecía, empezó nuestra entrañable amistad. El vaivén de las olas en la playa,
parecía querer otorgar una mínima sensación de movimiento a toda aquella
agobiante quietud y las cigarras, con su fragor de alas frotándose, tapaban el
silencio que, a nosotros, nos parecía que se había adueñado del territorio en
el cual trabajábamos. Porque a pesar de las centenares de personas bronceadas o
achicharradas por el inclemente sol, dispuestas a pasárselo bien a toda costa, y
no obstante nos encontráramos en medio de una Babel mallorquina, con decenas de
lenguas habladas con estridente y forzada alegría, nosotros nos sentíamos como
si alguien hubiera desconectado unos enormes bafles y las voces de aquella
enorme masa de personas, nos llegasen filtradas a través de una espesa capa de
algodón. “¿Conoces a Antonio Tabucchi?”-
me preguntaste un día – “no se puede
vivir sin leerlo”. Y el mundo, de repente, volvió a girar: volvieron los
sonidos, los colores, y el lugar me pareció un poco menos árido y la sequía se
amortiguó con el fluir de tus interesantes palabras. Ya tuve un motivo para
quedarme a cada puesta de sol y tú, para no temer cada amanecer. Nuestras
conversaciones vencieron el desgaste de un trabajo que yo había escogido y el
tedio del qué tú debías realizar. Así surgió nuestra cariñosa amistad que se
consolidó, a diario, a lo largo de varios meses y que desafió el tiempo y los
prolongados años de separación, ocupados en quehaceres cotidianos y vivencias
por separado, apareciendo y desapareciendo como lo hace, a veces, la luna
detrás de las nubes. Pero hace un par de años, me volviste a encontrar y me
alegré de que no hubieses cambiado: un punto firme en mi vida. Hablábamos de tu
familia, sobre todo de tu hijo y de tu fantástica mujer, de organizar una
comida juntos, de invitaciones en mi casa y en la tuya, de faros, atardeceres y
mar. Y las fotos que me enviabas desde tu atalaya, una casa que parecía un
barco varado en una colina de Felanitx, imágenes donde el rojo del cielo
alcanzaba unos tonos imposibles y que tu conseguías captar con tu objetivo,
eran espectaculares: “Tenemos que organizar una exposición fotográfica” –te
decía, mientras tu obviabas el tema y pasabas al siguiente - “Y sobre todo,
quiero ser tu vecina en el <i>“Port de
Felanitx”,</i> tu amiga (que ya lo soy) y amiga de tu familia, contemplar tus
mismas puestas de sol y el faro más bonito de Mallorca, en vuestra compañía.”-
continuaba. “Esto está hecho”- me contestabas, como si todo fuera posible y
tuviéramos todo el tiempo del mundo. Quedamos para vernos pasadas las fiestas
navideñas, como todo hijo de vecino “mallorquín” que se aprecie: “<i>Quan passi es trui de ses festes</i>”-
dijimos. Pero tú no fuiste a la cita, Capitán. Me dejaste esperando sola,
soñando en los siguientes treinta años de amistad, los que yo había previsto
llenos de reseñas y comentarios literarios, luz intermitente de faros y visitas
a una acogedora casa barco, varada en una colina. Compuesta y sin amigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Supongo que habrá quien
diga que fuiste un cobarde y quien un egoísta (estos últimos tienen una parte
de razón), yo considero que fuiste muy valiente: desconozco tus motivos, pero
cuánto coraje se necesita para decir definitivamente basta. Supongo que tus
actos fueron dictados por tu extrema sensibilidad y formidable inteligencia, la que poseen los
pocos que saben ver más allá de la simple realidad. La cuestión es que has
desbaratado los planes a unas cuantas personas que te querían mucho y no puedo
ni imaginar su dolor. Pero, dime qué hago yo ahora con mis proyectos de una
amistad recién estrenada, que había vuelto a nacer y se preveía llena de tus
comentarios e interesantes ocurrencias. ¿Cómo se lo explicamos a la gente que
está leyendo este escrito y que ya nos imaginaba, los próximos treinta años, en
<i>Porto Colom</i> sentados sobre una roca
hablando de viejos recuerdos, proyectos de exposiciones fotográficas y
literatura? Explícaselo tú, Capitán, porque yo no creo ser capaz de hacerlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">A
Miquel Ángel.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvF5XCdHGvW4jXmUSfm9wUwnBoMnYedJkGatjmLkT2KFqAifsNuGJNHzRARY2YCfCVe5On7XZ-qa1_HuAa7lOA_IjOB-qctSurq9PiCsMmGZ1tEYSEqPyljPeKQ5ROE8F1WcC2MG_vILg/s1600/IMG-20161206-WA0011.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvF5XCdHGvW4jXmUSfm9wUwnBoMnYedJkGatjmLkT2KFqAifsNuGJNHzRARY2YCfCVe5On7XZ-qa1_HuAa7lOA_IjOB-qctSurq9PiCsMmGZ1tEYSEqPyljPeKQ5ROE8F1WcC2MG_vILg/s320/IMG-20161206-WA0011.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjce-PKOiumF7WprKNG4BhK328D5Q_dul834ZqYeIMirdkdzYUEse53wOIYiim0pj7Ky0b2C_a-xRXJsbPKBeQFSVK-Oh6_kQ2hLv7prp-N8aQ33y2YWFeRqdut287QhMWMNyzBTcZefvM/s1600/IMG-20160914-WA0010.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjce-PKOiumF7WprKNG4BhK328D5Q_dul834ZqYeIMirdkdzYUEse53wOIYiim0pj7Ky0b2C_a-xRXJsbPKBeQFSVK-Oh6_kQ2hLv7prp-N8aQ33y2YWFeRqdut287QhMWMNyzBTcZefvM/s320/IMG-20160914-WA0010.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></i></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-51091571507442257262015-08-19T05:55:00.000-07:002015-08-19T05:55:42.509-07:00UNA VENTANA ABIERTA AL ARTE
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">En este verano caluroso,
el más cálido de los últimos treinta años según los expertos, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cargado de promesas incumplidas y expectativas
que, demasiadas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>veces, no se llegan a
realizar, alguien se ha atrevido a abrir una ventana para que una ligera brisa
ventilase el tedio y la monotonía en lo que, en ocasiones, se convierten mis
adoradas, cálidas y sosegadas tardes de estío, tan anheladas durante el
invierno. El simple gesto de abrir de par en par los cristales y las persianas
y crear una ligera corriente de aire, el famoso <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“tiro”</i> mallorquín, hizo que aquel <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“oratge”</i> tan nuestro llegara, ayer, cargado de imágenes, música y
palabras en una biblioteca de Alcudia, en el norte de la isla, esparciéndose por
el casco antiguo, rebotando contra las paredes de dunas fósiles, gastadas por
la intemperie y los años, y colándose en las almas de los transeúntes y los
parroquianos sentados <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“a la fresca”</i>
en sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“balancins”,</i> provocando que
todo volviera a cobrar sentido. Artífice del milagro tan sencillo de refrescar
con un simple gesto cotidiano que todos parecíamos haber olvidado, nuestro
sentidos adormilados por la rutina y la canícula, ha sido la pintora Malen
Company que, con sus pinceles cargados de magia y sentimientos, despierta
emociones intensas en todo observador interesado a pasearse delante de su obra,
donde palabras, fotografía y pintura se mezclan para formar unas piezas que
parecen reunir todas las formas artísticas en una amalgama perfecta. Es así
como el que yo denomino su “autorretrato emocional”, mi favorito, nos enseña la
autora en todas sus expresiones faciales a la par que emocionales, como si de
una secuencia fotográfica se tratara, en la que el fotógrafo hubiese dejado el
objetivo abierto para captar el movimiento y los cambios de humor de la
artista. Pero la exposición nos depara más sorpresas y los retratos se mezclan con
las flores, las frases no pronunciadas y la música que lo invade todo. Porque
durante la presentación del martes por la noche, los que tuvimos la suerte de
asistir, pudimos presenciar la continuidad del sentimiento artístico en las
nuevas generaciones, que nos emocionaron haciéndonos comprender que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la creatividad está a salvo mientras existan jóvenes
que no renuncien a plasmar sus inquietudes sobre lienzo, papel o partitura. Y
así fue como Xisca Morey acompañada por dos jóvenes músicos (los tres forman el
grupo “L’Espill”), recitó delante de nosotros el relato “Petita Laia”, dejándonos
clavados al suelo, imposibilitados para realizar cualquier movimiento,
conteniendo al tiempo el aliento y las lagrimas. Necesitamos unos minutos para
recuperarnos y todos disimulamos la emoción como pudimos, entre pañuelos de
papel y vasos de vino. Tres motivos provocaron mi emoción: la historia extremadamente
conmovedora, los cuadros de Malen que lo envolvían todo, enmarcando aquella
noche mágica y el reconocerme a mí misma, con la misma edad de los
protagonistas de la velada, sentada en corro, protegida por mi guitarra, mientras
los acordes, las notas, las canciones y las palabras pronunciadas por y para
mis amigos se esparcían en un mundo ya lejano. Me quedo con dos frases, las dos
que inspiran esperanza para un arte tan pisoteado y ninguneado. La primera es
de mi amiga Marga, la madre de la artista: “Tenemos suerte, existe una
dimensión paralela de jóvenes artistas que no sabemos que existen pero que
están allí”. La otra es de Joan, mi marido: “Hasta que existan jóvenes como
estos, el mundo de creatividad artística que ha vivido nuestra generación
quedará a salvo, para siempre: esta noche me han dado la posibilidad de volver
a tener veinte años y revivir las mismas emociones y esto no tiene precio”. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Como en mi vida la
banda sonora tiene una importancia trascendental, me gustaría poner música de fondo
para este escrito y para la experiencia en general. No pudiendo tener las
canciones originales que amenizaron la noche me gustaría que pensarais en “Kathy’s
song” de Simon and Garfunkel, porque mientras escuchaba a Xisca recitar y sus
compañeros tocar, unas palabras que hablaban de gotas de lluvia deslizándose por
un cristal me llevaron automáticamente a la otra canción, donde Art cantaba a
su amada que residía en Inglaterra, al otro lado del Atlántico, mientras
observaba como las gotas de lluvia resbalaban y morían en las ventanas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;"><a href="https://youtu.be/fXZyDtzDJMY">https://youtu.be/fXZyDtzDJMY</a></span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDdULql3dlvSwIYI6ZcMw8woJS8OpUHkSqudf6sv9SNV-aDDANaLlSL2a3wsakVRND4dthTcnB2YD-c1OCsbR7LmsmK4CyaOGoi0Z9IHh_hKneKw4WzSXl0rn1HzoeSmr9AcF71SAY52c/s1600/folleto+Malen.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDdULql3dlvSwIYI6ZcMw8woJS8OpUHkSqudf6sv9SNV-aDDANaLlSL2a3wsakVRND4dthTcnB2YD-c1OCsbR7LmsmK4CyaOGoi0Z9IHh_hKneKw4WzSXl0rn1HzoeSmr9AcF71SAY52c/s320/folleto+Malen.jpg" width="225" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirJ3SdCGaPgxuu5mAfzxqEg-sOylTfAIY8yj2ohFghBINy_2x6gUWD9-7EpDQOujspkywDdW4OlvIGDV4Rnus92dcRDJUYngbXrmGyRpqFQnhXG1qEZFyjFbM6m7jxBkDlRqXoMbsRBXk/s1600/autorretrato+malen.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirJ3SdCGaPgxuu5mAfzxqEg-sOylTfAIY8yj2ohFghBINy_2x6gUWD9-7EpDQOujspkywDdW4OlvIGDV4Rnus92dcRDJUYngbXrmGyRpqFQnhXG1qEZFyjFbM6m7jxBkDlRqXoMbsRBXk/s320/autorretrato+malen.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkRHyGkfHRUbPl5NYAWqaDHnlMZVsEdxXxLQ9GkCIw74HZOkrDXR2VQ7xNl1WNITogUJBQ0aNGJ-gZQUwlRSC78Cbev3A47DwGzowUkNtYl1cwF-CPvFy-hMjO4wg4wtmV5ICPrksOmFc/s1600/Malen.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkRHyGkfHRUbPl5NYAWqaDHnlMZVsEdxXxLQ9GkCIw74HZOkrDXR2VQ7xNl1WNITogUJBQ0aNGJ-gZQUwlRSC78Cbev3A47DwGzowUkNtYl1cwF-CPvFy-hMjO4wg4wtmV5ICPrksOmFc/s320/Malen.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnhzd6Sb9DmSmVtlwSViybxRmp8JkTnz08C_dd5-u2tv52fwnaMzqg7WFzp11t9z-l4StB9nmcCka8srVkO-ScMSVItxJiNTQcgvEqRIR9PYIvs8xHsodwUMkIaz-HJvbKYL71cWGQOmU/s1600/Mapa+Malen.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnhzd6Sb9DmSmVtlwSViybxRmp8JkTnz08C_dd5-u2tv52fwnaMzqg7WFzp11t9z-l4StB9nmcCka8srVkO-ScMSVItxJiNTQcgvEqRIR9PYIvs8xHsodwUMkIaz-HJvbKYL71cWGQOmU/s320/Mapa+Malen.jpg" width="320" /></a></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-41038256249627655822014-08-12T13:53:00.000-07:002014-08-12T13:53:39.601-07:00Viña Ilusión: una gestación de "9 meses y 7 días" entre los caminos sinuosos de La Rioja.
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Desde siempre, todas
aquellas personas relacionadas con la producción de vino, aceite y productos de
la tierra en general, merecen mi más profunda admiración. Será por esto que
algunos de mis mejores amigos, los que me esperan en la plaza de Petra, las
mañanas de domingo, se dedican a estos menesteres. Lejos de parecerse a los
actores de las bucólicas películas que, cíclicamente, nos propone la industria cinematográfica
americana, tan envidiosa de nuestro estilo de vida mediterráneo, comparten con
ellos la dosis de heroicidad y tenacidad que se necesita para llevar a cabo tan
ardua tarea: poner sobre nuestras mesas el oro amarillo y el brebaje de los
dioses, como si cayeran del cielo, listos para nuestro consumo, cuidándose mucho
de no hacernos notar ni pesar las horas de trabajo que aquellos productos tan
naturales y, aparentemente sencillos, han supuesto. Y así cada domingo saboreo
un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Llàgrimes blanques </i>de Can Coleto,
un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Muscat</i> de Miquel Oliver o un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">oli d’oliva verge extra </i>de Can Font,
poniendo en marcha, juntamente a los sentidos, una serie de emociones que llegan
a mezclarse con los sentimientos, desembocando, inevitablemente, en una
conexión perfecta con la tierra que habito, sus habitantes y los productos que
elaboran.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">No conozco personalmente
a Gloria Plaza Medina, sino sólo a través de sus escritos y sus datos biográficos,
pero por sus palabras y por formar parte de la categoría que acabo de
citar, los que viven en simbiosis con el olor a tierra mojada, a hierba recién
segada, a los que miman una vid a la que le cuesta crecer, que vendimian
incansables y estudian los diferentes frutos, con sus distintos aromas, para
mezclarlos en una barricas olorosas a madera y aromas de otros tiempos, merece
mi admiración. Todo este faenar tiene como objetivo ofrecernos la botella
perfecta, la que abriremos el domingo al mediodía y, cuyo contenido verteremos en
los vasos y en la mesa, manchando nuestra alma y nuestra ropa de alegría y
euforia.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Viña
Ilusión</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">, en La Rioja, es el lugar que ha elegido Gloria Plaza
Medina para regalarnos una nuevas experiencia para los sentidos. ¿Qué mejor
nombre para crear un producto que nos pueda llegar al corazón? Y es que Gloria
nos atrapa a través del gusto y el olfato con sus vinos y, utilizando sus
palabras impresas, llega directamente a nuestras almas. He leído su novela <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“9 meses y 7 días”</i> y durante toda la
agradable lectura no he parado de hacerme la misma pregunta:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">¿Cómo consigue esta
escritora contarme una experiencia que yo ya he vivido, y atraparme en todo
momento, sin dejarme posibilidad de escape?<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">¿Cómo se puede contar
una cosa tan cotidiana como un embarazo sin caer en la retorica? ¿Cómo abordar
un tema tan conocido por buena parte de la población mundial y mantener el
interés?<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Aquí reside la
genialidad de la novela: aborda el argumento desde una perspectiva tan
diferente a lo que consideramos habitual, tan opuesta a lo que estamos
acostumbrados a oír en las conversaciones con nuestras amigas (donde el tema
del embarazo y el parto aparece y desaparece con una facilidad pasmosa, volviendo
con fuerzas renovadas en nuevas reuniones, como si nunca se hubiera abordado,
como si al contarlo fuera la primera vez que nos oímos pronunciar la misma
historia de siempre) y a la par tan identificable en un hecho conocido, que no
podemos dejar pasar la ocasión para saber más. Creo que precisamente en esto
reside el éxito de esta novela: el hecho de de que una historia que podemos
reconocer como algo natural, algo que en algún momento le ha pasado a una amiga,
a una vecina, a nosotras mismas, nos muestre una faceta distinta. Todo
acompañado por la prosa impecable de la autora. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">También es increíble
cómo, página tras página, nos sentamos parte de un grupo y los amigos de Paula,
la protagonista, se conviertan en nuestros conocidos y con ellos nos vayamos a
cenar y de marcha, tomemos café o salgamos en Nochevieja. Por esto Rafa,
Clarita, Chari, Elena y Sergio, pasan a formar parte de nuestra cotidianeidad y
nos apetece acompañar a Paula o lo largo de su embarazo, atravesando con ella
todas las etapas emocionales y fisiológicas de la gestación, como si no estuviéramos
familiarizados con ellas, como si nunca hubiéramos oído hablar de un parto,
como si no conociéramos a nadie que haya tenido un hijo. En esto reside la
magia de la literatura de Gloria Plaza Medina, el poder convertir en único un
hecho cotidiano de la misma manera en que es capaz de obrar el milagro de
convertir un racimo de uva en un brebaje excepcional, todo con pasión y
dedicación, haciéndonos creer que todo es posible. ¿Cómo no admirar una persona
que sabe unir el arte de la viña con la literatura, y que sabe verter toda su
pasión tanto en una botella como en una página en blanco? Enhorabuena Gloria:
es para mí un autentico placer seguirte por los sinuosos caminos de tu región,
hechizada por tu andadura literaria y vinícola.<o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-5085639183674639632014-08-05T10:34:00.000-07:002014-08-05T10:34:04.703-07:00La feria del libro de Madrid: una experiencia de sentimientos contrastados, entre poemas surgidos de la lava, fantasmas de otros tiempos y un camino infinito hacia el oeste.
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; line-height: 200%;"><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Llegar al Parque del
Retiro siempre me produce la sensación de haberme colado por error en una
película norteamericana, aquellas en las que Central Park ejerce como
protagonista y los demás actores no son que meros satélites que ruedan a su
alrededor. Cada vez me sorprendo con el aire cosmopolita del lugar, aunque el
sitio sea capaz de mantener, al mismo tiempo, la esencia madrileña de antaño.
La medula de la ciudad, su alma, por una especie de milagro no se ve empañada
por los centenares de “forasteros” que lo visitan y se pasean por sus caminos
de grava. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Al proceder de un
pequeño trozo de tierra en medio del mar y viniendo desde el aeropuerto, nunca
sé por qué entrada accedo al Parque pero, por suerte, siempre encuentro algún
lugareño (aunque dicen que quedan pocos autóctonos tengo una facilidad
increíble para encontrarlos: será porque tienen aquel aire culto sin saberlo,
aquel hablar tan castizo, aquella amabilidad<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>que hace sentir a cualquiera en casa…o por qué todos los que viven allí
son considerados automáticamente de Madrid y parecen serlo) que me indican la
dirección a seguir. Esta vez el objetivo a alcanzar era nada menos que La Feria
del Libro 2014, donde me habían invitado a firmar mi última novela “Cuando el
día cambia de color”. Por<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>miedo a llegar
tarde a un evento tan importante, me adelanté, pudiéndome permitir el lujo de pasear
entre las casetas aún cerradas y desiertas (nada en aquel momento podía hacer
presagiar la llegada de la marea humana que se produjo después) y dar cuenta de
un gratificante desayuno sentada en un bar de otros tiempos, de los que llenan
el alma y el estomago al mismo tiempo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">No quiero alargarme
mucho y resumiré mi paso por la Feria del Libro como una mezcla de emoción,
agradecimiento, miedo a lo desconocido, orgullo, sensación de no estar a la
altura. Afortunadamente la parte negativa de las vibraciones y la inseguridad
desapareció cuando, sentada en la Caseta nº 42, las chicas de la distribuidora
que la gestionaban me recomendaron que respirara hondo y me dejara llevar,
disfrutando del momento, de la posibilidad de vivir aquel acontecimiento que tan
pocos pueden experimentar. Y efectivamente yo estaba allí y mi nombre sonaba en
la megafonía al lado del de Almudena Grandes, Rosa Montero, Ibáñez y muchos
otros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">“Además, unas casetas
más allá, están los famosillos de la tele” me dijo una de las chicas”… “¿cómo
competir con esto?”. Y entonces desaparecieron el miedo al ridículo, la
preocupación por hacer quedar bien la editorial, el desamparo por no conocer
absolutamente a nadie en la Capital del Reino (aprovecho para agradecer a los
que acudieron a la llamada y se pararon delante de la caseta para comprar
algunos ejemplares de la novela). A partir de aquel momento disfruté de aquel
fluir impresionante e incansable de personas, que venían a participar durante
unas horas de aquella fiesta cultural.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Pero hay unas cuantas
cosas y personas que me gustaría que destacaran en este escrito como los <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que realmente han hecho que valiera la pena el
madrugón, el viaje, el estomago en un puño y mi presencia en la Feria del Libro
de Madrid 2014. Dejando a un lado el respaldo de mi familia y el maravilloso
Bocata de Calamares, que en Madrid sabe a gloria, he podido gozar de la
presencia de personas y de la lectura de obras que de otra manera no hubiera
conocido.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Para darme la
bienvenida e infundirme el coraje necesario para afrontar mi asistencia en
aquel lugar, estaba Carlota Lama, escritora gallega que forma parte de aquel
grupo de madrileños que lo son por vivencias y meritos propios. La conocía por
su maravillosa novela “El encuentro de las aguas” pero, a diferencia de su río
y su mar, nunca nos habíamos encontrado aunque por sus palabras impresas sabía,
de antemano, que la nuestra podría ser una amistad para toda la vida. Mi
instinto no me falló y delante de mí se desplegaron la cultura y la sabiduría
de quien ha vivido una vida plena y llena de hechos interesantes, en lugares
distintos, con personas diversas, saboreando y haciendo acopio de todas las
emociones y las sensaciones, almacenándola para luego verterlas en sus libros o
en sus interesantes conversaciones. Al día siguiente firmaría su última novela
“Sin nada”, de la que tuve el privilegio de llevarme una copia dedicada y que
devoré a mi vuelta a la Isla. Con su lectura emprendí un largo camino hacia el
Oeste, hacia donde la tierra acaba y empieza lo desconocido. Y siguiendo los
dos protagonistas, me paré a comer pan con queso, a descansar, a masajearme los
pies doloridos, porque como ellos noté cada bache y cada piedra del camino. Al
empezar la lectura nos convertimos, sin quererlo, en unos peregrinos y al
llegar a Santiago, la Catedral nos asombra y nos deja sin aliento con su
majestuosidad. Y todo el misticismo contenido en sus paredes, toda la sabiduría
gallega que envuelve las palabras de la escritora, nos atraviesan casi por
osmosis. Es de esta manera como lo que es un viaje iniciático para algunos y de
retorno de toda una existencia para otros, se convierte en una lección de vida
para cualquier lector. Porque Carlota es una escritora sabia que nos deja
consejos sobre cómo afrontar los retos que nos depara nuestro andar por los
meandros de la existencia a la par que nos transporta en los lugares donde
deambulan sus personajes:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">“El
sol había llegado antes que ellos. Podía así ofrecerles sus últimos rayos del
día…Iban sumergidos en mil matices de verde cuando de repente, allá, a lo
lejos, un azul dorado e infinito invadió el valle.”<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Gracias, Carlota Lama,
por indicarnos el camino hacia el saber estar, el buen hacer y la amistad.
Sigue regalándonos pasajes a otros lugares a través de tus palabras<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y déjanos vivir experiencias que también
podrían ser nuestras siguiendo, en tus páginas, la vida de los personajes que
has hábilmente creado. Curiosamente, como Lucca y Diego, protagonistas de “Sin
nada”, yo también tengo la costumbre de caminar hacia el oeste al atardecer y
dejarme empapar, hasta que la oscuridad me obliga a regresar, por los últimos
rayos de sol. Algún día espero llegar donde la tierra se funde con el mar, o el
mar penetra en los campos, matizando de azules el verde de la hierba de tu
Galicia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">De un lugar mucho más
lejano, de otra isla situada en un mar mucho más profundo y oscuro, de una
tierra volcánica tan diferente a la caliza omnipresente en mi mundo, viene la
otra persona cuya obra saboreé, página a página, sentada en una cafetería de
antaño, a mi vuelta de Madrid. Conocí a su autor durante el tiempo que duró mi
presencia en la Feria, pero me bastó para apreciar la cultura de profesor de
literatura que manaba de sus palabras. Tengo que confesar que no estoy muy
puesta en materia poética y que mi experiencia en este campo es muy reciente y
se reduce a unas participaciones pasivas en unas magnificas e interesantes
reuniones mallorquinas apodadas “El último Jueves” que, como su nombre indica
se realizan el último jueves de cada mes y donde, después de presentar un autor
concreto, los poetas asistentes al acto pueden acabar, en las dulces horas de
la madrugada, declamando sus versos. José Antonio Luján es un escritor y poeta
canario que me encantaría que pudiera participar en estas reuniones, por la
calidad de sus versos, la profundidad de sus metáforas, la utilización culta de
todos los recursos poéticos. Sus palabras se agarran a la tierra volcánica como
la vid que se cultiva en su isla, parecen surgir de las mil cuevas formadas por
los caprichos de la lava, entran en el alma y la cortan como el filo de las
piedras<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de magma que crean paisajes
lunares. Su formación clásica emerge de entre los versos a través de Dioses del
Olimpo, mitología griega mezclada con el viaje de Ulises, su cultura surge de
las referencias al arte abstracto contemporáneo y a la filosofía platónica, la
música clásica y los electrodomésticos modernos. Todo envuelto por los aromas y
los paisajes de su tierra que, como el nombre de la obra bien indica “Salmodia
Atlántica”, está bien anclada en medio del océano, surgida como Venus de las
aguas. El libro es un aprendizaje para el alma y cuenta con la espectacular
colaboración de veinte artistas plásticos locales, formados en la Escuela Luján
Pérez, que han expresado en imágenes lo que José Antonio Luján ha plasmado en
palabras. Por esto podemos zambullirnos en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">…la
ruda retama blanca espuma recreando una estepa en el vacío…</i>de “Creación” y
verla en la pintura de Teo Mesa o observar el “Caos” de Orlando Hernández
mientras leemos…<i style="mso-bidi-font-style: normal;">el verbo troquelado tras
el verso…</i>y sumergirnos en el “Abstracto” de Yolanda Graziani mientras nos
parece escuchar a Gustav Mahler de fondo. Una delicia para los sentidos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">La tercera obra que
marcó un antes y un después por lo que concierne a mi presencia en el Parque
del Retiro en un día de junio, hacía tiempo que quería adquirirla y leerla.
Publicada en marzo de 2011, “Fantasmas de Kensington” de J.D. Álvarez, había
planeado sobre mis ganas de una buena lectura como un espectro salido de sus páginas.
Después de varios intentos conseguí un ejemplar dedicado por el autor, que
llegó directamente a mi casa por mensajero desde la Feria del Libro 2014, ya
que no pude coincidir con el escritor/editor en el momento de su firma. Durante
su lectura me encontré delante de una novela diferente, llena de aportaciones
interesantes y citas que delatan un profundo estudio del tema a tratar. La
cultura del autor permanece presente per subyacente en todo momento, como con
temor a ser descubierta por el lector, al cual quiere hacer creer que se
encuentra delante de un libro de fácil lectura. Porque el tema principal se
rehace a la novela de James Matthew Barrie, creador del personaje al que la
mayoría creemos parecernos un poco, Peter Pan. El mismo que nos provoca a la
vez ternura y fastidio, nostalgia por lo que fue, esperanza por lo que todavía
podría ser y, simplemente rechazo, cuando ya apostamos directamente <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por el futuro y ya no queremos creer en nada.
Dependiendo de las diferentes épocas de nuestra vida, sentimos emociones
encontradas hacia el eterno niño que puede volar gracias a un polvillo mágico,
sensaciones que se descomponen en múltiples variantes <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>según nuestro estado de ánimo, casi las mismas
que han llevado a diferentes estudiosos del tema a abordarlo. Así lo hemos
podido ver en varias versiones cinematográficas, desde dibujos animados a
interpretaciones de actores famosos, en canciones de autores nacionales o
extranjeros, en obras de teatro escolares y disfraces de fin de curso.
Estudiado y escudriñado en todas sus perspectivas: desde el punto de vista del
protagonista o de Wendy, de su proprio autor o del malo de la historia. Pero
nunca desde el planteamiento que nos propone J.D. Álvarez, uno de los mayores expertos
en materia: desde el del hombre que una vez fue el niño que dio nombre al
eterno adolescente, Peter Llewelyn<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Davies, muerto suicida cansado de que le preguntaran por el que suponían
su alter ego. ¿Y si no hubiera muerto arrollado por aquel tren en la estación
Londinense de Sloane Square, dejando atónitos a todos los que contaban con él y
le creían inmortal?¿Y su hubiera muerto otro en su lugar pudiendo, por fin,
desprenderse de su sombra y empezar una nueva vida? Dicen que no hay ningún plan
perfecto y que los fantasmas de tu pasado siempre te encuentran: será por este
motivo que podemos pasearnos con el protagonista de la novela de J.D. Álvarez
por unos parajes escoceses que intentan alejarse del estereotipo que tenemos de
“Neverland”, el país de nunca jamás, pero seguimos encontrándonos con el
cocodrilo, el capitán Garfio, las Sirenas y nuestros peores temores. Y es que
nadie nunca dijo que esconderse de uno mismo y del destino que nos pertenece,
fuera fácil. J.D. Álvarez, tampoco nos lo promete pero, a cambio, nos deja
pasar un rato en compañía de personajes que creemos conocer, llevados de la
mano por una prosa impecable y envueltos en la atmosfera claustrofóbica de una
novela repleta de espectros no muy al uso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;"><o:p> </o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: small;">
</span></div>
</span><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-43227179927756826722014-06-04T01:53:00.000-07:002014-06-04T05:03:00.524-07:00Mi padre subió las escarpadas y heladas laderas del Mont Blanc y llegó a la cima( o lo que es lo mismo, un aula llena de chicos con inquietudes y cultura).<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Hubiera
podido ser una tarde como otra, una en las que los deberes cotidianos se alían
para que tu propósito de hacer algo diferente se difumine y desaparezca en
aquel lugar indeterminado, que todos poseemos, que se encuentra entre el “ya lo
haré otro día” y el “hay más días que calabazas”(traducido directamente de la
cultura mallorquina). Afortunadamente la llamada de un buen amigo y mejor
profesor de literatura, me llevó hasta un patio soleado, donde pude sentarme en
una pared de ladrillos a escuchar los sonidos de la primavera que me anunciaba
un desenlace diferente al habitual, mezclados con los murmullos de los alumnos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>adolescentes, impacientes por salir al calor
de un verano inminente. Pero nada hubiera podido presagiar lo que vendría
después...<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">La llamada
se había producido aproximadamente hacía un mes y me anunciaba que mi última
novela, “Cuando el día cambia de color”, había sido incluida en un programa de
lectura para los chicos de 1º de Bachillerato del colegio Pius XII y se me
honoraba con la posibilidad de intervenir en la charla y análisis posteriores a
la lectura. Naturalmente accedí, agradeciendo a aquel paladín de la cultura, (que
tendré que añadir a la lista de los dos<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>o tres que conozco), la posibilidad de participar en una actividad tan
rara en los días que corren. Y es que el profesor en cuestión, que podría
presumir del hecho de haberse ganado la admiración de todos los alumnos que
pasaron por sus clases y a los que enseñó a apreciar y a no vapulear “Las
Letras”, tiene nombre de personaje de antaño. En el país que me vio nacer es el
protagonista de un comic muy famoso, instructivo y culturalmente encomiable,
que vio la luz en 1917 en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Corriere
della Sera</i>. Entre versos y rimas (dísticos y octonarios), la viñetas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nos narraban las aventuras de un personaje
entrañable, teniendo como principal función, la pedagógica, elemento que
envuelve y propulsa toda la vida del profesor al que estoy haciendo referencia.
Pero como siempre estoy divagando, perdiéndome en los meandros de las líneas escritas
negro sobre blanco…<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Tengo que
admitir que, a estas alturas del curso, me esperaba una asistencia mínima, con
un porcentaje muy bajo de lectores reales de mis escritos, por esto la sorpresa
fue aún mayor cuando los chicos fueron llegando, puntuales a su cita con el
mundo literario.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Sentados en círculo,
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(me gustaría más utilizar “sentados en
corro”, dada la atmosfera intimista y cultural que se respiraba en la estancia),
el profesor empezó desgranando algunos de los temas claves de la novela, con la
sabiduría que sólo posee el que ha leído un millón de libros y al que apasiona
su trabajo. Y surgió la magia: los asistentes, que realmente, habían leído mi
novela, la abrieron ante mí, como si de un abanico se tratara, comentando
pasajes, citando líneas enteras, encontrando la emoción dentro de la emoción,
explicando sus sensaciones al leer mis palabras. Todo esto con un
apasionamiento, una preparación y un entusiasmo que creía perdidos. <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">De esta manera
fue como conocí al músico de conservatorio que reinterpreta las piezas clásicas
según su estado de ánimo, teniendo en cuenta la época en que fueron escritas, empapándose
de historia de la música para entender el porqué de aquellos garabatos sobre un
pentagrama, el milagro de cómo, una vez trasportados sobre las teclas de un
piano o las cuerdas de un violín, adquieren un significado que nos derrite el
alma.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">O la chica
tímida que escribe poemas y no se atreve a declamar sus palabras. Su
sensibilidad es evidente en sus gestos, en su forma de expresarse, de moverse.
Espero que se ponga en contacto conmigo para hablarme de poesía, en la que no
estoy muy puesta y para que me acompañe a unas reuniones de poetas a las que,
desde hace poco, participo, dónde tendría la posibilidad de expresarse, el día
en que se sienta preparada.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Y qué decir
de un chico que conozco desde pequeño, que parecía haber devorado mí novela y
conocer detalles dentro de los detalles, expresándolos con un entusiasmo y un
apasionamiento que me dejaron impactada. Había reinterpretado mis sensaciones adaptándolas
a las suyas, en una simbiosis perfecta. Además con sus reflexiones me hicieron recordar que "todos necesitamos un poco de sur, para no perder el norte".</span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Por no
hablar del actor de teatro que escribe para liberar sus emociones y que, como
yo, siempre tiene una libreta a mano por si surge alguna idea, alguna frase que
no hay que olvidar. Le exhorto a continuar con su tarea, a no obsesionarse
delante de la hoja en blanco, a pensar mientras vive y a escribir cuando la
inspiración llegue, a captar las historias que tiene que contar desde sus
entorno: la vida está llena de historias que esperan ser contadas…y de alguna
manera <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>irán en su búsqueda.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">O de las
preguntas interesantes de la muchacha que conozco de vista, de tanto ir y venir
por el colegio, que hizo que revelara datos personales acerca de la novela y elementos
sobre mi forma de trabajar.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">A los demás
que aportaron sensaciones, emociones, que me hicieron sentir importante, que me
hicieron creer que hay esperanza en una generación que no perderá ciertos
valores y que buscará la manera de sentirse vivo y realizado, dentro o fuera
del trabajo, incluso como el propio profesor indica, reivindicando el derecho a
los fines de semana intimistas, tumbados detrás de una pila de libros a punto
de ser leídos o releídos.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">A todos
ellos, gracias por haberme hecho contar una anécdota ocurrida realmente y que
tiene como protagonista a mi padre, hombre de espíritu aventurero y modestia a
escala industrial (creo que, sin ni siquiera imaginarlo, fue uno de los
primeros windsufistas de la historia, navegando con una tabla de madera a vela,
que aún conserva, por aguas tempestuosas y que efectuó varias hazañas sin darle
ninguna importancia, llegando al punto de no llegar a contarlas…aquí estoy yo
para hacerlo y dejar constancia de las cosas, para que sean inmortales. Ante la
futilidad de la vida, aquí quedáis vosotros, el grupo del Club de Lectura, los
que participasteis ayer en un intercambio enriquecedor de ideas, para siempre
plasmados en mis palabras (esta vez no han sido ponderadas durante días, sino
escritas por impulso…a veces la mejor manera de hacer las cosas, siguiendo
nuestros instintos), con muchos años de vida por delante y con la seguridad de
la inmortalidad asegurada, aunque sólo sea en un modesto blog. Para todos
vosotros va la historia de la épica escalada:<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 1em 0px 0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">…Esta historia la recordaba bien. Siempre me
había fascinado y encontraba injusto que no se hubiera reconocido el merito de
aquella proeza alpina, a los que la habían llevado a cabo. Por lo menos a nivel
de asociaciones montañesas locales, que en la era de las escaladas calculadas
al milímetro, presumían de ascensiones mucho menores que la realizada por los
protagonistas de aquella aventura.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 1em 0px 0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">La historia se sitúa a principios de los
años sesenta cuando un grupo de amigos, cadetes de la marina militar decidieron
escalar el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mont Blanc.</i> Tomaron la
decisión en un día de agosto en la playa y alrededor de mediados de mes,
empezaron la gesta. Se trataba de ocho amigos dispuestos a llegar hasta donde
pudieran y <span style="letter-spacing: -0.2pt;">a pasárselo bien. No se habían
entrenado para ello y el equipamiento</span> que alquilaron en la ciudad más
próxima al punto desde donde empezaron la ascensión, fue sencillo e
insuficiente. Llegaron en tren hasta la costa italiana, donde se pararon a
nadar en un pueblo encaramado a las rocas. Allí mi padre sufrió las picaduras
de unas medusas que yacían en la orilla. Los pies se le llenaron de ampollas,
pero esto no le paró. Siempre en tren llegaron hasta <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Courmayeur</i> donde alquilaron los enseres necesarios para la
ascensión. Llegaron <span style="letter-spacing: -0.2pt;">al primer refugio
situado a <st1:metricconverter productid="3500 metros" w:st="on">3500 metros</st1:metricconverter>
por la tarde. Una avalancha</span> de nieve había hundido una pared de la
barraca de madera y la había sustituido por una masa blanca y helada que se
deslizaba hacia el interior, haciendo inservible la mitad de la estancia. Los
ocho <span style="letter-spacing: -0.2pt;">amigos y otros visitantes tuvieron que
dormir de costado, apoyándose</span> en la espalda del que tenían delante, por
falta de espacio. El frío era insoportable, y el cansancio monumental. Se
pusieron en marcha a las tres de la mañana, utilizando unas linternas para
orientarse en aquel desierto blanco que, en aquellas horas parecía más oscuro
que el betún. Habían tenido que dejar atrás a tres componentes del grupo que
empezaban a advertir los primeros síntomas del mal de altura. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 1em 0px 0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">Los cinco llegaron al segundo refugio,
situado a cuatro mil doscientos metros de altura, sobre las diez de la mañana.
Dicho resguardo consistía en una estructura metálica, cuya entrada había que
ser liberada de la nieve a fuerza de picos y palas. El acceso era, en efecto,
un agujero escavado en la nieve con forma de codo, lo justo para que pudiera
pasar el cuerpo de un hombre deslizándose sobre los antebrazos. Un lugar
claustrofóbico donde los hombres intentaron calentar un poco de agua en un
hornillo de gas, para poder tomar una infusión tibia que les permitiera descongelar
sus artos inferiores y adquirir el coraje necesario para iniciar el último
asalto, el ascenso hasta los cuatro mil ochocientos diez metros de la cima.
Sólo lo consiguieron tres: mi padre, su gran amigo Aldo y un conocido que se
había unido a la expedición en el último momento. Avanzando sobre un crestón
helado, de medio metro de anchura y asomado a dos caídas libres de casi un quilómetro,
los tres hombres agarraban los crampones de sus botas al suelo helado, teniendo
el cuidado de colocar un pie delante del otro, para no precipitar al barranco.
Unos minutos en la cima, lo justo para una foto y poco más, porque la falta de
oxígeno no les dejó tiempo ni para alegrarse de la hazaña conseguida, ni para
celebrarlo como era debido. Bajaron para recoger lo más rápidamente posible a
sus compañeros enfermos de demasiada proximidad al cielo, y para curarse los
pies doloridos. Mi padre recordaría durante años la sangre y el pus que
manaban, cual fluido viscoso, de sus ampollas reventadas. Nadie los esperaba abajo
para felicitarles, ningún periodista escribió nunca un artículo acerca de
aquello. Se limitaron a coger el tren y a volver a casa, contando la aventura
en contadas ocasiones, sin alardes ni ostentaciones, conscientes de que lo que
había ocurrido en un soleado día de agosto, con los rayos abrasándoles la piel,
no le interesaba a nadie.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 1em 0px 0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">Efectivamente mi padre no habló casi nunca
del tema. Yo lo supe un día, por casualidad, mientras mirábamos juntos un documental
acerca de las mayores cimas de Europa. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 1em 0px 0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt;">—</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">“Yo he estado allí” </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt;">—</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">me dijo, indicándome con el dedo la imagen
televisiva que mostraba la cima del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mont
Blanc</i></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt;">—</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">. “Subí por la vertiente sur, la italiana,
pero llegué hasta la parte francesa” </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt;">—</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">añadió, como quien no quiere la cosa.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 1em 0px 0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt;">—</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">“¿Has escalado el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mont Blanc</i>?
¿Lo saben tus amigos excursionistas? ¿Está al corriente la asociación nacional
a la que perteneces?” </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt;">—</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">le pregunté, asombrada por el maravilloso
descubrimiento acerca de mi padre.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 1em 0px 0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt;">—</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">“No” </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt;">—</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">contestó él</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt;">—.</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;"> “Nunca lo he contado, no creo sea de mucho
interés”.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 1em 0px 0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">Años después, estando yo en casa de mis
padres, recibimos una llamada telefónica, a la que contesté personalmente. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 1em 0px 0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">Una voz al otro lado me hizo saber que se
llamaba Aldo, y era un amigo de juventud de mi padre. No relacioné su nombre
enseguida, pero después de una larga conversación con él, mi padre apareció en
la cocina.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 1em 0px 0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt;">—</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">“Era Aldo” </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt;">—</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">me dijo</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt;">—</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt;">, </span><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">“mi
amigo en <st1:personname productid="la Academia Militar." w:st="on">la Academia
Militar<span style="letter-spacing: 0pt;">.</span></st1:personname><span style="letter-spacing: 0pt;"> El que fue mi compañero en la subida hacia el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mont Blanc</i>” </span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt;">—</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">siguió</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt;">—. </span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">“Dice que se está haciendo mayor y necesita
hablar de aquella aventura con alguien que estuvo allí, para estar seguro de
que aquello fue real. Sus hijos y sus nietos no le creen y está empezando a
dudar”.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 1em 0px 0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt;">—</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">“Papá, tienes absolutamente que quedar con él. Invítale a casa: sé que
vive lejos, pero creo que valdrá la pena escuchar sus <span style="letter-spacing: -0.2pt;">relatos” </span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt;">—</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">dije,
como si se tratara de lo más importante en el mundo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 1em 0px 0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">Recuerdo que aquella situación me produjo
una gran tristeza: ¿hay cosa peor en la vida que no ser creído?<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 1em 0px 0pt; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">El encuentro nunca se llevó a cabo. Mi padre
empezó a no encontrarse bien, mi madre enfermó y ya no hubo tiempo para nada.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Francesca
Valentincic<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Cuando el
día cambia de color (Ediciones Atlantis)<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">El día 7 de
junio estaré en Madrid, firmando ejemplares de la novela en La Feria del Libro.
No conozco a nadie en la capital de este reino sin Rey, si alguien vive por
allí o tiene algún conocido que vaya el día 7/6 a la caseta 42 del Parque del
Buen Retiro, de 13.00 a 15.00. Será una experiencia maravillosa y un gran
honor, pero no creo que llegue a emocionarme tanto como la tarde de primavera
pasada sentada en corro en un aula de bachillerato, con el aire cálido de
primavera entrando por ella mezclándose a las sensaciones y percepciones literarias
de unos chicos que…<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Si alguien quiere
ponerse en contacto conmigo:<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><a href="mailto:francichpalma@hotmail.com"><span style="color: blue; font-family: Calibri;">francichpalma@hotmail.com</span></a><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-7198387801068873402014-04-24T16:14:00.000-07:002014-04-24T16:14:52.066-07:00LA MEMORIA DEL AGUA...EL RECUERDO ES IMPORTANTE
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Hace algunos años
empecé mis andaduras en el mundo literario a través de la recopilación de unas anécdotas
que formaron parte de mi universo infantil, historias contadas como si de un
cuento se tratara en las calurosas tardes de verano, por parte de mis padres y
mis abuelos. Dicha colección se transformaría en una novela que no
representaría sino parte del legado que quería dejar en herencia a mis hijos:
una memoria histórica indispensable para seguir seguros hacia el futuro, con
una sabiduría adquirida imprescindible para no cometer los mismos errores. Algo
tan simple como el conocimiento de algunos hechos históricos, algo tan banal
como el aprender de lo sucedido, parece no serlo tanto en los días de la
ignorancia institucionalizada. Mañana, casi hoy dada la hora, 25 de abril, será
un día festivo en el país que me ha visto nacer: los niños no tendrán colegio y
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>muchos padres aprovecharán para
organizar unas mini vacaciones con la familia. Pero sólo la frase de una amiga
en un e mail esta tarde, me ha hecho reflexionar sobre la importancia de
escribir estas líneas: ya había decidido hacerlo, pero sus palabras han dado un
giro inesperado al sentido de mi escrito.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">“Feliz 25 de abril”
rezaba su misiva “y, por favor, no os canséis de contar qué significado tiene
este día o pronto, todo el mundo lo habrá olvidado”.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Este escrito que quería
ser una dedicatoria a mi padre, que en esta fecha emblemática celebra su onomástica
y del que he tenido la suerte de oír contar los hechos que vendrán a
continuación, ya que los vivió en primera persona, se ha convertido en una
desesperada lucha contra el olvido y el desconocimiento.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Acto seguido os
contaré la anécdota, novelada, que vivió mi padre en su día y que es parte
integrante de mi novela “La memoria del agua”. Si me lo permitís, añadiré una
improvisada versión en italiano, una traducción rápida para quién no esté
dispuesto a olvidar.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Dedicado a mi padre y a
la amiga que no cree en el olvido.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">“…La
vuelta a Bologna había sido dura. La ciudad estaba controlada con mano de
hierro por los alemanes. La vida se reducía a poco más que ir a la escuela y al
trabajo: además la casa de Edoardo ya no existía. Desde la ventana del cuarto
que él y su hermana habían ocupado en la casa de la tía Gianna, Marco escuchaba
los pasos de la ronda alemana que marchaba por la via Santo Stefano y las
adyacentes, desde el anochecer. El toque de queda entraba en vigor a las diez
de la noche y, hasta las seis de la mañana, nadie, sino con un permiso
especial, podría haberse aventurado por las calles de Bologna sin arriesgarse a
ser detenido. Las ventanas tenían que permanecer cerradas a cal y canto y las
luces apagadas u ocultadas. Marchas nocturnas, toque de queda, alarmas, huidas
a los refugios y bombardeos habían sido lo acostumbrado durante meses. Hasta
aquella noche, la noche entre el 20 y el 21 de abril de 1945, en la que un
extraño silencio envolvió, de repente, las calles. Un silencio espeso,
palpable, que caló hondo entre los vecinos de Bologna, aunque nadie se
atreviera a salir para esclarecer el motivo de aquella repentina falta de
ruido. La mayoría permaneció velando la nada toda la noche escuchando el sonido
del silencio. Marco decidió ser uno de ellos y se propuso no dejarse vencer por
el sueño, consciente de que algo pasaba, algo de lo que quería ser participe.
Pero la noche se hizo muy larga porque el silencio puede llegar a ser muy
monótono aunque, de vez en cuando, fuera roto por el ruido de la huida. El niño
se rindió a los brazos de Morfeo.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">El
alba iluminó la ciudad y esclareció lo ocurrido. Marco se despertó con el
vocerío de la gente en la calle y salió apresuradamente a la vía, con el resto
de su familia. Los vecinos abarrotaban las aceras, la concentración de la gente
era tal que sólo cuando Marco logró abrirse paso entre las piernas allí
congregadas, logró averiguar lo que estaba pasando. Un desfile de tanques,
camiones, coches que había oído decir que llamaban jeep, cargados de soldados
sonrientes que les saludaban en un idioma distinto, entraban en la ciudad desde
la carretera de Florencia, por el puerto de la Futa, desde la calle Murri y la
calle Santo Stefano hacia el centro. Los elementos pesados habían sido
desviados hacia los Jardines Margarita y, de los más ligeros, en vez de la
metralla, se lanzaban caramelos, goma de mascar y chocolatinas a lo largo y
ancho de la ciudad. Marco, como los demás niños, hacía lo imposible para
obtener un buen botín y alcanzar el mayor número de golosinas que caían como
llovidas del cielo. Mientras tanto los aliados estaban ocupando todos los
lugares públicos, los centro neurálgicos de la ciudad: ayuntamiento, cuarteles militares,
centrales eléctricas abrieron sus puertas con alivio a los nuevos venidos. De
los viejos inquilinos sólo quedaba el olor rancio del miedo.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">De
la huida de fascistas y alemanes quedaban los ecos nocturnos de unos pasos
apresurados en la calle, de escaleras bajadas en volandas y maletas cargadas en
coches que aguardaban en marcha detrás de una esquina para dirigirse al norte,
donde aún se vislumbraba la posibilidad de salvación. Aún se podía escuchar en
el aire el rugido de los motores de las caravanas de camiones sobrecargados de
soldados que dejaban los cuarteles, soldados que llevaban al hombro toda huella
de su presencia en la ciudad y que se iban transportando emociones encontradas,
el petate, escopeta y enseres inútiles allí adonde pudieran llegar. La certeza
de salvar el pellejo, tan obvia y extendida entre los jerarcas, se iba
diluyendo entre los rangos inferiores a medida que se acercaba el momento de
cruzar el Po. Nada, en la noche, delataba la presencia del río en apariencia
tranquilo y silencioso. Nada sino las grandes hileras de chopos y un olor
extraño, punzante, el olor de la derrota que devuelve el Po a quien no consigue
cruzarlo. Los puentes habían sido bombardeados, en algunos casos, por los
mismos alemanes para dificultar la conquista a los aliados y las pocas barcazas,
ocupadas inmediatamente por los oficiales y los poderosos, fueron insuficientes
para albergar a todo el que deseara pasar a la otra orilla. Muchos fueron los
que se aventuraron a cruzarlo a nado, presos por el pánico de animal acorralado,
notando detrás de sí el aliento hediondo de los que clamarían venganza o
afianzados por el imperturbable discurrir de sus aguas. Los más no sabían
nadar, originarios como eran de pueblos del interior de un país asomado a un
trozo de mar impracticable hasta en verano. En esto los italianos los
aventajaban, en esto y en muchas otras cosas, virtudes que sus superiores
habían intentado esconder o tergiversar, para fomentar en los soldados el odio
y dar cabida a una mínima<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>excusa moral
para hacer más plausible su presencia en aquel país, y que ahora salían a flote
como los cadáveres que devolvía el río. Los petates, las escopetas y el frío
hicieron el resto. Los temidos remolinos, desconocidos a quien no teme el Po,
se encargaron de truncar el sueño de un regreso a casa de centenares de jóvenes,
el único anhelo de los cuales, era volver a abrazar a sus padres. A la mañana
siguiente y durante mucho tiempo, los pescadores y los campesinos de los
pueblos de la zona, encontrarían en sus orillas el reflejo de la desesperación
y la derrota grabado en los vientres hinchados, la piel tensada y transparente
de los que habían desafiado el río y el agua, siempre el agua, manando de la
boca de los ahogados por un tiempo infinito. Como si el agua tuviera memoria y
supiera de donde ha venido y donde tiene que regresar. Mejor fortuna no
corrieron los que quisieron burlar la suerte emprendiendo el camino contrario.
Cuenta la historia, ya convertida en leyenda por el estatus que otorga el paso
del tiempo, que un grupo de fascistas se embarcaron en un viaje con rumbo hacia
el sur y a un destino desconocido. Subidos<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>a un coche de línea, con identidades falsas y navegando contracorriente,
esperaron encontrar la salvación donde nadie les hubiera buscado, en la boca
del lobo. Con el miedo a flor de piel, que ni los nuevos documentos podían
camuflar, se dirigieron hacia su destino, sólo amparados por el aluminio del
vehículo y la convicción de la genialidad de su idea. Parece ser que no
llagaron muy lejos. En el pueblo de san Posidonio, una localidad entre Mantova
y Modena, a pocos kilómetros a sur del Po, acabó su viaje. Nunca se volvió a
saber de ellos, nunca se encontró su medio de transporte.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;"></span></i> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmTUx9e2wdLCkyPyGcoKpudrBd8Veqyi9cAXe5SkQy3OwVaQbV9q8VbgpRZUzw3Q5_3pM46QZyC5nW2PJBRaXmSQ5y3UxaNnGdYySZcq6Jm66A0TaVdOKszdQPOSNAozDOvzMf3-Mp2ss/s1600/liberazione+di+bologna.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmTUx9e2wdLCkyPyGcoKpudrBd8Veqyi9cAXe5SkQy3OwVaQbV9q8VbgpRZUzw3Q5_3pM46QZyC5nW2PJBRaXmSQ5y3UxaNnGdYySZcq6Jm66A0TaVdOKszdQPOSNAozDOvzMf3-Mp2ss/s1600/liberazione+di+bologna.png" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;"><o:p></o:p></span></i> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;"><o:p>Gli alleati entrano a Bologna ,21 aprile 1945</o:p></span></i></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">Il ritorno a Bologna era stato duro. La città
era controllata con mano di ferro dai</span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tedeschi. La vita si riduceva a poco più
che andare a scuola ed al lavoro e, inoltre, la<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">casa di Edoardo<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>non esisteva piú. Dalla finestra della stanza che lui e sua sorella<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">avevano occupato nella casa della zia Gianna,
Marco ascoltava i passi della ronda<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">tedesca che, a partire dal tramonto, camminava
lungo via Santo Stefano e le strade <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">adiacenti. Il coprifuoco entrava in vigore
alle dieci di sera e, fino alle sei della mattina, <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">nessuno, se non con un permesso speciale, avrebbe
potuto avventurarsi per le strade di <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">Bologna senza rischiare di essere
arrestato. Le finestre dovevano rimanere chiuse quasi <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">ermeticamente e le luci spente o occultate. Marce
notturne, coprifuoco, allarmi, fughe<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">ai rifugi e bombardamenti erano stati la routine
durante mesi fino a quella notte, la<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">notte tra il 20 ed il 21 di aprile 1945, durante
la quale un strano silenzio avvolse,<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">improvvisamente, le strade. Un silenzio
spesso, palpabile che colpí profondamente gli<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">abitanti di Bologna, benché nessuno osasse uscire
per scoprire il motivo di quella<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">repentina mancanza di rumore. La maggioranza
rimase vegliando il nulla tutta la notte<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">ascoltando il suono del silenzio. Marco
decise di non essere da meno e si propose di non<o:p></o:p></span></i><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">lasciarsi vincere dal sonno, cosciente che
qualcosa di importante stava per accadere, <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">qualcosa di cui voleva essere partecipe. Ma la
notte si fece interminabile gia che il <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">silenzio può diventare tremendamente monotono
benché fosse rotto, ogni tanto, dal <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">rumore della fuga, ed il bambino si arrese alla
chiamata di Morfeo.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">
L'alba illuminò la città e rischiarò ció che era avvenuto. Marco si
svegliò con lo<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">schiamazzo della gente per strada ed uscì
affrettatamente sulla via, con il resto della<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">sua famiglia. I vicini affollavano i
marciapiedi, la concentrazione della gente era tale<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">che solo quando Marco riuscì a farsi largo tra le
gambe delle persone lí congregate,<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">riuscì a verificare quello che stava
succedendo. Una sfilata di carri armati, camion,<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">automobili che aveva sentito dire che si
chiamavano jeep, carichi di soldati sorridenti<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">che li salutavano in una lingua distinta, entrava
in città dalla strada di Firenze, per il<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">passo della Futa, dalla via Murri e la via Santo
Stefano fino al centro. Gli elementi<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">pesanti, erano stati fatti derivare ai Giardini
Margherita e, dai più leggeri, invece della<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">mitraglia, venivano lanciate caramelle, gomme da
masticare e cioccolata lungo tutta la<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">città. Marco, come gli altri bambini, faceva tutto
il possibile per ottenere un buon<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">bottino e riunire il maggiore numero di caramelle
che piovevano come cadute del<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">cielo. Nel frattempo gli alleati stavano
occupando tutti i posti pubblici, i centri<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">nevralgici della città: municipio, caserme
militari, centrali elettriche aprirono le loro<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">porte con sollievo ai nuovi venuti. Dei
vecchi inquilini rimaneva solo l'odore rancido <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">della paura.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">Della fuga di fascisti e tedeschi rimaneva l’eco
notturno di alcuni passi affrettati per<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">strada, di scale scese di corsa e valigie caricate
in automobili che aspettavano in marcia<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">dietro un angolo per dirigersi verso nord, dove
ancora si scorgeva la possibilità di<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">salvezza. Ancora si poteva ascoltare
nell'aria il ruggito dei motori delle carovane di<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">camion sovraccarichi di soldati che lasciavano le
caserme, soldati che portavano in <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">spalla tutte le impronte della loro presenza in
città ed andavano via, trasportando <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">emozioni contrastate, lo zaino, il fucile ed utensili
inutili lì dove sarebbero potuti<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>arrivare. La certezza di salvare la
pelle, così ovvia ed estesa tra i gerarchi, si andava <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">diluendo tra i ranghi inferiori man mano che si
avvicinava il momento di attraversare il <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">Po. Niente, nella notte, tradiva la presenza
del fiume, in apparenza tranquillo e <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">silenzioso. Nulla se non le grandi file di
pioppi ed un odore strano, acuto, l'odore della <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">sconfitta che restituisce il Po a chi non riesce
ad attraversarlo. I ponti erano stati <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">bombardati, in alcuni casi, dagli stessi tedeschi
per ostacolare la conquista agli alleati, e <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">le poche chiatte, occupate immediatamente dagli
ufficiali ed i potenti, furono <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">insufficienti per albergare chiunque desiderasse
passare sull'altra riva . Molti furono <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">quelli che si arrischiarono ad attraversarlo a
nuoto, presi dal panico di un animale <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">accerchiato, notando dietro la nuca l'alito
pestilente di chi avrebbe clamato vendetta o <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">rassicurati dall'imperturbabile discorrere delle
sue acque. I più non sapevano nuotare, <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">originari come erano di villaggi dell'interno di
un paese affacciato ad un pezzo di mare<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">impraticabile perfino d’estate. In questo gli
italiani li avvantaggiavano, in questo ed in<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> m</o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">olte altre cose, virtù che i loro superiori
avevano tentato di nascondere e tergiversare,<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">per fomentare nei soldati l'odio e lasciare spazio
ad una minima scusa morale per fare<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">più plausibile la loro presenza in quel paese, e
che ora venivano a galla come i cadaveri<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">che restituiva il fiume. Gli zaini, i fucili
ed il freddo fecero il resto. I temuti mulinelli,<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">sconosciuti a chi non teme il Po, si incaricarono
di troncare il sogno di un ritorno a casa<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">di centinaia di giovani, l'unico anelito dei
quali, era tornare ad abbracciare i propri<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">genitori. La mattina seguente, e durante
molto tempo, i pescatori ed i contadini dei<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">paesi della zona avrebbero trovato, sulle sue
rive, il riflesso della disperazione e la<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">sconfitta registrato nei ventri gonfi, la pelle
tesa e trasparente di chi aveva sfidato il<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">fiume, con l'acqua, sempre l'acqua, sgorgando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dalla bocca durante un tempo <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">infinito. Come se l'acqua avesse memoria e
sapesse da dove è venuta e dove deve<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">ritornare.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">Migliore fortuna non corsero quelli che vollero
eludere la sorte intraprendendo la strada <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">contraria. Racconta la storia, già convertita
in leggenda dallo status che concede il <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">passare del tempo, che un gruppo di fascisti si
imbarcò in un viaggio con rotta verso sud <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">e diretti verso un destino
sconosciuto. Montati su di una corriera, con identità false e <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">navigando controcorrente, sperarono di trovare la
salvezza dove pensarono che nessuno <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">li avrebbe cercati, nella bocca del lupo. Con
la paura a fior di pelle che né i nuovi <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">documenti potevano camuffare, si diressero verso
il loro destino protetti solo <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">dall’alluminio del veicolo e la convinzione della
genialità della loro idea. Sembra che <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">non arrivarono molto lontano. Nel paese di
San Posidonio, una località tra <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">Mantova e Modena, a pochi chilometri a sud del Po,
finì il loro viaggio. Di loro non si <o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;">seppe mai nulla e non si trovò mai il loro mezzo
di trasporto.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="IT" style="mso-ansi-language: IT;"><o:p> </o:p></span></i></div>
Francesca valentincic: La memoria del agua, Lleonar Muntaner Editor<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKxm8-Zfd_gxHBZk67TyFnQjAKHK0via9Kd4i0BephVfQ78s9P8h_rhcJOjjEz1AGt_8O9JVjm48AVLlJcHF_rKIscn6SXE788T603hCMw1HzjPjzwSgi-t551VXwk3t48Z9UEuqI23m0/s1600/PORTADA+LA+MEMORIA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKxm8-Zfd_gxHBZk67TyFnQjAKHK0via9Kd4i0BephVfQ78s9P8h_rhcJOjjEz1AGt_8O9JVjm48AVLlJcHF_rKIscn6SXE788T603hCMw1HzjPjzwSgi-t551VXwk3t48Z9UEuqI23m0/s1600/PORTADA+LA+MEMORIA.jpg" /></a></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-47689010413938659442014-02-27T03:08:00.001-08:002014-02-27T03:08:53.961-08:00LOS AMIGOS QUE ESTÁN, LOS QUE VAN Y VUELVEN, LOR RECIENTES, LOS QUE ESTÁN POR VENIR...
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Hace ya mucho tiempo,
posiblemente desde siempre, puse en marcha un dispositivo interno (y por interno
me refiero a que concierne a la mente y al alma) capaz de salvaguardar mi
identidad frente a las adversidades de la vida cotidiana. En pocas palabras: no
he dejado nunca de ser yo, ni de sentirme realizada. Cuando el trabajo en el hogar,
el de fuera de casa, la compra, los innumerables recorridos de ida y vuelta
hacia y desde el colegio de los niños, las actividades extraescolares, las
enfermedades de los seres queridos acechaban y ponían a prueba mis fuerzas,
siempre he recortado un momento para mí. Y aunque no fuera un momento real,
calculable en horas o minutos, allí estaba, puntual a la realización de una puesta a punto de mi espíritu,
comprobando que mi esencia no había cambiado, dejándome patente que llegaría el instante
en que el tiempo se volvería tangible. Me considero afortunada ya que los problemas
que han surgido en el camino son los del día a día porque, como siempre digo a
mis amigas cuando se quejan de un cuarto de baño que arreglar o de un fontanero
que llega tarde, “los problemas cuando llegan te golpean y te arrollan como un
tren en marcha: el resto es simplemente vida”. Todo esto para decir que,
últimamente puedo recortar cada vez más espacios para mí.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Uno de estos se puede
localizar en un día en concreto de la semana en que, mientras aguardo la salida
de mi hija de una actividad artística, me siento en un establecimiento de
comida rápida de la isla, lugar que, aunque pueda parecer el menos indicado
para una tarea intelectual en condiciones, cumple a la perfección su función de
territorio de lectura, escritura, descanso y encuentros. Precisamente en las
horas, teóricamente “muertas”, que comporta la espera, escribí parte de mi
última novela “Cuando el día cambia de color” (como ya me pasó en una lejana
ocasión con mi primera novela “La memoria del agua”, en el coche aparcado
delante del colegio de mis hijos). Y así se lo hice saber a los empleados de
dicho restaurante que, trabajaban sin saber que todo aquel faenar había
influido, de alguna manera en mi inspiración. De todos ellos, sólo una persona
mostró un real interés por el proceso creativo que había tenido lugar en aquel
sitio aparentemente árido, que normalmente servía para albergar charlas y
proceso de alimentación, a veces tan rápidos como su comida. A ella (es una
mujer), va dedicado parte de este escrito, porque en las pocas ocasiones en que
la he visto, ha demostrado tener unas inquietudes que van más allá de las que
se podrían definir como actividad diaria y que parece haber sabido resurgir de
sus cenizas y crear un mundo enriquecedor, lleno de libros, actividades
manuales y otros menesteres interesantes. A ella quiero que llegue mi gratitud
por demostrarme una admiración literaria que no creo merecer y haber abierto
una puerta para que mis escritos traspasen lo que concierne el ámbito de los
amigos.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">En los últimos días, otra
persona <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ha logrado lo mismo y también se
trata de un admirador literario, esta vez en la distancia ya que desde una isla
situada en un mar tan diferente al mío (“más oscuro y profundo” lo define él),
me envía opiniones, preguntas y sobre todo notas musicales y palabras de otros
tiempos, que provienen de los vinilos que colecciona y que se asemejan tanto a las
que se expanden por mi casa rebotando en las paredes, permitiéndome recordar
emociones y experiencias vividas que puedo, luego, plasmar negro sobre blanco.
No le conozco personalmente, pero su cultura es exquisita y con su interés <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ha logrado que mis palabras crucen el “Estrecho”
y se adentren en mar abierto, tomando un rumbo hasta ahora desconocido, recalando
en las costas de su pequeña isla, para seguir cargadas de energía hacia otro
lugar. Aquí también dejo constancia de mi gratitud.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Volviendo al lugar
desde donde arranca este alegato, el local que se ha convertido en territorio
de descanso de las tardes de un día entresemana, quiero resaltar el hecho de
que también haya servido como punto de reencuentro con una gran amiga, que hacía
años que no frecuentaba. Después de tanto tiempo sin vernos, teniendo noticias
entrecortadas la una de la otra, nuestras sesiones de tarde se han vuelto
imprescindibles. Las charlas, donde se tocan los temas más diferentes, son la
excusa perfecta para recargar las pilas, el instante esperado y deseado, el momento
que es capaz de hacer que el fin de semana llegue raudo a nuestro encuentro, la
cita ineludible e inaplazable que ha conseguido que no me importe que el
establecimiento de comida rápida ya no cumpla su función de distrito de lectura
y escritura…ya lo haré en casa. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">A este propósito envío
un mensaje a una amiga muy especial. Una misiva de las que se ponen en una
botella y que se lanzan al mar desde un acantilado. Vive en una isla cercana,
situada en el mismo mar de maravillosos tonos azules y verdes que, las
Instituciones, quieren estropear, aun más si cabe, con prospecciones y perforaciones
de lo más variado. Al no estar muy lejos será fácil que ella pueda recoger mis
palabras en una de las maravillosas playas que caracterizan su hogar, una de
las salpicadas por casitas de pescadores, con un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">llaüt </i>en el horizonte. Mi botella quedará varada en un cúmulo de
Posidonia, de la que los barcos de recreo se empeñan en arrancar y que los
turistas no quieren encontrar sobre la blanca arena mediterránea. Y ella sabrá
que tiene que venir, para seguir con nuestra fantástica y enriquecedora costumbre
de comida, palabras y cine: quién puede resistirse a un plan así.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXsRFBREgbDiNvi2A3p4zrrmzsdEUqnKTcmZQMONeMdB4jnFMK4b0F-w1pQYP1mTccokKk6Uz2HZO-VNyHPC8ZfQ__EzAVBXHDHPmdkyZ__ss1MnJpmnVh37am7XURbeHpUD9vpbMC6P8/s1600/MORT+ACCIDENTAL+D%2527UN+AN+ARQUISTA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXsRFBREgbDiNvi2A3p4zrrmzsdEUqnKTcmZQMONeMdB4jnFMK4b0F-w1pQYP1mTccokKk6Uz2HZO-VNyHPC8ZfQ__EzAVBXHDHPmdkyZ__ss1MnJpmnVh37am7XURbeHpUD9vpbMC6P8/s1600/MORT+ACCIDENTAL+D%2527UN+AN+ARQUISTA.jpg" height="239" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;"><o:p></o:p></span> </div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="color: #3b5998;"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype
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</v:shapetype><v:shape id="_x0000_i1026" type="#_x0000_t75" alt="Foto de portada"
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title=""Foto de portada"" style='width:10in;height:455.25pt'
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<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">“Mort Accidental d’un
Anarquista”<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Es millor de cada casa.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;"><o:p> </o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Ya que la amistad
parece ser el hilo conductor que rige mi vida, puedo poner, como suele ocurrir
en la series de televisión un... “continuará” en vez de un punto y final.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Mientras tanto os dejo
la dedicatoria de mi última novela “Cuando el día cambia de color”…va por todos
vosotros.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">A
los amigos que están desde siempre.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">A
los que van y vienen.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">A
los que vuelven y a los que volverán.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">A
los recientes.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">A
los que están por venir.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9TmcqcbEqJAcjiGeTnB-mi6c647iOXJVEeQ-eQICxwt34whpK7x9GJg47qT6JimMb5wRuSn-n0wbbhwk9SKtQo_Oz3xZWH3NKf9CzXxZbvi8_y49F25c4uGWK6G-Z0-ZyL0G3YkSmcAs/s1600/portada+ediciones+atlantis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9TmcqcbEqJAcjiGeTnB-mi6c647iOXJVEeQ-eQICxwt34whpK7x9GJg47qT6JimMb5wRuSn-n0wbbhwk9SKtQo_Oz3xZWH3NKf9CzXxZbvi8_y49F25c4uGWK6G-Z0-ZyL0G3YkSmcAs/s1600/portada+ediciones+atlantis.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="color: #474747; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9pt; line-height: 200%;"><!--[if gte vml 1]><v:shape
id="_x0000_i1025" type="#_x0000_t75" alt="cubierta de nombre del libro"
style='width:116.25pt;height:165pt'>
<v:imagedata src="file:///C:\Users\FRANCE~1\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image002.jpg"
o:href="http://www.edicionesatlantis.com/media/photologue/photos/cache/Cuando%20dia%20cambia%20de%20color%20Portada%20pq_media.jpg"/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--><o:p><em><a href="http://www.edicionesatlantis.com/autor/633/">www.<b>edicionesatlantis</b>.com/autor/633/</a> </em></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="color: #474747; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9pt; line-height: 200%;">Francesca
Valentincic<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="color: #474747; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9pt; line-height: 200%;">“Cunado el día
cambia de color” Ediciones Atlantis</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;"><o:p></o:p></span></i></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-73753774346995378812014-02-19T03:05:00.001-08:002014-02-19T03:05:21.563-08:00EL JUEGO DE LLAVES QUE ABRE TODA UNA VIDA (con dientes de 3,5 y acabado en estrella)
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Acabo de leer una novela que, por su argumento, la
clásica llamada de teléfono para correr al hospital al pie de la cama de una
madre enferma, llamada que realiza un padre con el que la protagonista no tiene
prácticamente relación, hubiera podido fácilmente y sin queja por parte de
ningún lector, caer en el estereotipo y la retorica. Hubiéramos aceptado las
normas que regulan este tipo de historias, sin rechistar, adaptándonos al
discurrir de los hechos.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pero nada más abrir la primera página de “Las Llaves
de casa” de Carmen Estirado, la novedad y el fluir contemporáneo de las
palabras, nos sorprende gratamente, dejándonos agarrados al papel, sin
posibilidad de escape. No sabría cómo definir la narrativa de esta autora sin
caer en el tópico de los adjetivos utilizados en las recensiones al uso, que la
definirían como fresca (en el sentido de “un golpe de aire fresco), vanguardista,
moderna. Mi primera sensación fue la de encontrarme delante de una forma de
escribir diferente a la que no estaba acostumbrada, muy actual, sin caer en la
tentación de la jerga, manteniendo en todo momento una forma de redactar y unas
descripciones impecables. Y sobre todo, Carmen Estirado, le concede mucho más
importancia a la trama que al desenlace, cosa que agradezco inmensamente (“…Amar
la trama más que el desenlace…”, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dice en
unas de sus canciones uno de mis cantautores favoritos, Jorge Drexler), mimando
sus descripciones, enriqueciéndolas de detalles que a alguien acostumbrado a
los best sellers tamaño tocho, podrían parecer inútiles, pero que a mí me
dejaron impresionada:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pedí el menú completo:
churros, chocolate caliente y zumo de naranja. Me lo sirvió la camarera gorda
que siempre se apoyaba en la orilla de la freidora y que llevaba un delantal
azul manchado de aceite que le quedaba ridículamente pequeño.<o:p></o:p></i></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En
el pasillo de al lado, otra chica más jovencita, de mi edad y con el culo más
prieto, movía un cazo de chocolate. Un cacao color cremades que tenía distintas
tonalidades. Esperando en la cola mi turno, me quedé atontada mirando cómo
preparaba un vaso. Cogió un cacito y eligió sólo la capa de arriba, la que
estaba más fría. En un segundo cucharón, entró, más ligera, la clarita. Era un
color parecido al de mi violín.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">…Era
mi turno. Y ya me llegaba el olor a cacao recién hecho. La camarera derramó el
vaso, otra vez, sobre el papel manchado de aceite. Llevé la bandeja hacia <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la mesa junto a la ventana. Abrí los dos
azucarillos, los eché sobre el zumo de naranja. Me quedé mirando el movimiento
histérico de las ramas de los arboles. Hipnotizada por este, me tragué el
chocolate hirviendo, sin dejar que apareciera una capa más oscura”.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En la era de los libros tamaño ladrillo (si no
escribes más de novecientas páginas no eres nadie), Carmen Estirado desafía una
vez más las normas, publicando como NOVELA, lo que la mayoría y erróneamente consideraría
como un relato o peor aún, una novela corta. Y es no hay nada que pueda
molestar más que los encasillamientos de una obra según el tamaño. Porque puede
haber casos en que le tamaño realmente importe pero seguramente no es el caso
de la Literatura (quien no esté de acuerdo lea “Un viejo que leía novelas de
amor” de Sepulveda; “Requiem por un campesino español” de Ramón J. Sender; “Donde
el corazón te lleve”<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de Susanna Tamaro
y, sin ánimo de compararme a estos grandes, “La memoria del agua” de Francesca
Valentincic). A veces pocas frases bien dichas, unas palabras puestas en el
lugar exacto, llegan mejor al alma que cien repeticiones de la jugada. Y todo
esto lo ha entendido perfectamente Carmen Estirado, el escrito de la cual
rebosa preparación académica, cultura y una vida “vivida”. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Carme Estirado</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">"Las llaves de casa"</span></div>
Ediciones Atlantis<br />
<br />
<em>www.<b>edicionesatlantis</b>.com/autor/652</em><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcKg11IJpLYZq8mGlZq89OEIG3JRWSEoSJ8zygq9aGCpKDuVrzlmneakXZpldQaVng4iwqeEVxuHTlpoOPp9gc_HL6zArEly0eQCvBUiimKZGOK5hpIf_aGZJL5G6dfg3y2fV0hZuCMfA/s1600/Llaves%2520de%2520casa%2520portada_peque.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcKg11IJpLYZq8mGlZq89OEIG3JRWSEoSJ8zygq9aGCpKDuVrzlmneakXZpldQaVng4iwqeEVxuHTlpoOPp9gc_HL6zArEly0eQCvBUiimKZGOK5hpIf_aGZJL5G6dfg3y2fV0hZuCMfA/s1600/Llaves%2520de%2520casa%2520portada_peque.jpg" /></a></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-34872134553633585152014-02-18T10:39:00.000-08:002014-02-19T06:48:31.982-08:00PARAULES I SONS<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">De los innumerables pecados capitales (siete me
parecen pocos) que caracterizan nuestra especie,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>uno de los más terribles se me ha antojado,
desde siempre, la desidia con la cual dejamos que pueda desparecer de la faz de
la tierra un idioma cada quince días. No contentos con amenazar las diferentes
especies de plantas y animales que nos rodean, eliminándolas al ritmo de tres
cada hora, según los expertos, un dato aterrador, aunque no fuera del todo
exacto, nos dedicamos a mirar hacia otro lado también cuando se trata de
nuestro legado cultural. Pero qué podemos esperar de un colectivo, los humanos,
que no es capaz de cuidar ni de sus propios congéneres.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Como decía, desde pequeña lloraba cuando me enteraba
de que había muerto la última persona portadora del patrimonio más preciado de
su tribu o etnia. A menudo intentaba imaginar la soledad que habría
experimentado en sus últimos momentos, sin nadie con quien poder comunicarse,
con nadie que le entendiera en su idioma materno. Y admiraba a los estudiosos
que se pasaban años, viajando por el mundo, recopilando datos y sonidos en sus
magnetofones, para luego escribir aquellas palabras que habían estado a punto
de perderse para siempre, en ensayos y libros que nadie leería nunca. Me
desesperaba pensando que aquellos hombres valientes, en muchas ocasiones no
habrían llegado a tiempo: los pocos recursos en su haber, el derrumbe de una
carretera, la estación de las lluvias, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el hecho de no poseer el don de la ubicuidad,
harían que su entrada en una aldea se efectuara demasiado tarde, cuando los
ecos del sonido de las últimas palabras de un idioma milenario, se hubiesen
apagado del todo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: CA;">Sense ànim de
generar polèmica ni establer comparacions, trobo que per entendre a fons els
costums de un lloc determinat i viure’ls de forma plena, és imprescindible
conèixer-ne la llengua i que aquesta és el pilar de la cultura. Darrerament les
Institucions de les Illes Balears nos han volgut imposar una nova estructura
cultural, basada, a dita del nostres polítics, en les avantatges de la “multiculturalitat”,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fent-nos sentir culpables, intolerants i fins
i tot xenòfobs (això no els hi perdono) per no voler acceptar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>les bases que nos obririen les portes de les
comunicacions amb els altres, intentant inculcar-nos que parlant la nostra
llengua no arribaríem molt lluny, cosa que sí seria possible si nos
aprenguéssim quatre nocions fetes per a ignorants, de historia i geografia amb
anglès o si li donéssim tota la importància que li correspon, al castellà
(llengua que, per altre, em fascina però que no és la que pertany a aquestes
terres en mig de la mar).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: CA;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>I tot això m’ho conten a jo que, dins la meva
esquizofrènia lingüística, tinc una llengua materna diferent a la que faig
servir per escriure les meves novel·les, la qual tampoc<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>coincideix amb la que utilitzo per les meves
relacions personals, per el meu quefer quotidià, en poques paraules, per viure,
estimar, sentir, entendre el món cultural que m’envolta. I que, sobretot, no em
considero ni intolerant, ni xenòfoba ni vull que em facin sentir culpable.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: CA;">M’ho volen fer
creure a jo, que he estudiat idiomes, que em considero una persona oberta als
altres, i em conten que per parlar català i voler que els meus fills es mullin
i es banyin amb aquesta cultura, no soc tolerant. Simplement lo que han fet ha
estat llevar-nos lo poc que s’havia aconseguit en el darrers vint i cinc anys,
i fer varies passes enrere cap a la obscuritat de la ignorància.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: CA;">Com ja he dit en
moltes ocasions, tota la meva admiració i el meu suport va als professors i als
mestres que han lluitat pel futur dels nostres fills i als que han patit un
càstig a canvi del seu coratge.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: CA;">M’agradaria
recordar la marea verda i totes les manifestacions que es feren per aturar la
situació i donar les gràcies als grups musicals que donaren suport a les
protestes pacífiques i plenes de notes i paraules importants. Record una ocasió
especialment emotiva, una nit de setembre a la Plaça d’Esporles amb el grup
Al-Mayurqa i els germans Martorell, música dels quals esper parlar en breu.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: CA;">Imagino que ara
entendreu aquest canvi de llengua al meu blog. Així es pot demostrar que els
que em segueixen des de l’altra punta del món (cosa que no entenc perquè passi,
i de la que estic molt agraïda) no es aturaran davant una llengua distinta, si
no que entendran la dificultat i la gravetat de la situació que ens implica a
tots.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: CA;">Perquè cap estudiós
hagi de venir mai a gravar-nos, a les Illes, amb un magnetòfon o el darrer
model de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tablet </i>present al mercat. Parlant
entre nosaltres, escrivint i llegint podrem mantindre la flama encesa.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQqBrdI0fKOIW6ql9ElfqAtQbf0iAGGJZAGt4mbnX-0-4u7u87v8soVRVnua_XwO6Y3YkVY7y6uWb4G3Bsq58UL3XbC8UXPA1Xazuc3eV4waj5doDoD5tq4RvJ1cqlAzHt4T_XyGnN7qs/s1600/al-mayurqa+esporles.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQqBrdI0fKOIW6ql9ElfqAtQbf0iAGGJZAGt4mbnX-0-4u7u87v8soVRVnua_XwO6Y3YkVY7y6uWb4G3Bsq58UL3XbC8UXPA1Xazuc3eV4waj5doDoD5tq4RvJ1cqlAzHt4T_XyGnN7qs/s1600/al-mayurqa+esporles.jpg" height="180" width="320" /></a></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-89041484131270588962014-02-12T14:28:00.001-08:002014-02-12T14:28:21.643-08:00Arte en estado puro...y el futuro que espera a lo lejos.Hace muchos años que conozco una muchacha que, desde la más tierna infancia, me sorprendía con unos bocetos dignos de una galería de arte. Y desde entonces supe que tenía el don de convertir en dibujos sus emociones, de dar una forma "bidimensional" a conceptos abstractos, de transformar en algo tangible, admirable y reconocible sus sensaciones.<br />
El tiempo ha pasado y la niña se ha convertido en una mujer que sigue dibujando sus sueños y ha decidido prepararse y formarse para perseguirlos. Lo que hay en sus portapapeles, cobra vida en el momento en que sus dedos deshacen los nudos de los lazos que lo mantienen cerrado. Al abrir la funda de cartón que custodia su obra, parecen salir de ella mil mariposas que llevan escritas en tinta china, en el revés de sus alas, frases de otras épocas y otros lugares. Los rostros que se asoman desde los folios esparcidos, que lentamente se deslizan los unos sobre los otros, nos ofrecen retales de vida, experiencias que todavía ella no ha vivido pero que ya intuye, a través de aquel sentido innato presente en todo artista en ciernes. Inútil contar que me fascina como persona y como artista. Simplemente no hay que perderle la pista y, sobre todo, gozar de su obra. Aquí va un pequeño ejemplo de su arte. Su obra os hablará de ella. Enhorabuena, Malen.<br />
<br />
La artista es Malen Company Payeras.<br />
<br />
<span style="color: #333333; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES; mso-no-proof: yes;"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype id="_x0000_t75"
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<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH_L2oEIC3WxnLc_bQS5dH7Oqaq4KpNy__sKqNKlr7jJeexh5x6nRbD2gMTWtbH7V-H0KebmVON2mMp-NquNOKeJRJhbZ670wWmeDrF8Aa5ojTuo-bppDxD1eODwwpYqm17tcnjS5tg-U/s1600/DIBUIX+MALEN+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH_L2oEIC3WxnLc_bQS5dH7Oqaq4KpNy__sKqNKlr7jJeexh5x6nRbD2gMTWtbH7V-H0KebmVON2mMp-NquNOKeJRJhbZ670wWmeDrF8Aa5ojTuo-bppDxD1eODwwpYqm17tcnjS5tg-U/s1600/DIBUIX+MALEN+1.jpg" height="320" width="230" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifS8dpGHM7JWJi7w_VcqibB0RGqxTvYlau0Fw3VDKXdigUL5pDjVs-DZhUp39CBvnKDbfNCOOSYIhoDmj4Qy16Pi9iDAkK7p-SxJ93bupfY1FkIFNMJCvOsNQLYvxTZPT55FDRwsZTI8A/s1600/DIBUIX+MALEN+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifS8dpGHM7JWJi7w_VcqibB0RGqxTvYlau0Fw3VDKXdigUL5pDjVs-DZhUp39CBvnKDbfNCOOSYIhoDmj4Qy16Pi9iDAkK7p-SxJ93bupfY1FkIFNMJCvOsNQLYvxTZPT55FDRwsZTI8A/s1600/DIBUIX+MALEN+2.jpg" height="320" width="217" /></a></div>
<br />
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-69157857825881138592014-01-30T13:56:00.002-08:002014-01-30T13:56:25.281-08:00El alambí...Radio Bellvei
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Qué difícil es hacer
que la gente se interese por un acto cultural, qué complicado organizar alguno,
casi imposible sobrevivir a la indiferencia por parte de los conocidos por lo que concierne el evento en cuestión, heroico no derrumbarse delante de las puertas que cierran las instituciones, con tal de
no ofrecer ayuda. Afortunadamente conozco unas cuantas personas que no se
rinden y continúan fomentando el desarrollo de la cultura desde su atalaya de
palabras escritas y pronunciadas.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Hoy me gustaría hablar
de uno de estos paladines de la sabiduría, un luchador incansable que emplea el
sonido de su voz a guisa de arma infalible. Ramón Valls es un catalán
incansable, que desafiando las reglas que rigen el desentendimiento hacia las
cosas que cuentan, se sienta cada miércoles detrás del micrófono de una radio de
la provincia de Tarragona, Radio Bellvei, y dirige el programa El Alambí
(Alambique de escritores), lugar desde donde expande por el éter sus palabras
de sabio y las opiniones de quien quiera compartir la hora con él. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Tuve la suerte de que
me quisiera entrevistar hace unos meses, coincidiendo con la salida de mi
novela “Cuando el día cambia de color”, y la experiencia fue realmente
enriquecedora.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
</div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;"><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<em><a href="http://www.youtube.com/watch?v=EiTgg2HZm9E">www.youtube.com/watch?v=EiTgg2HZm9E</a></em></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
</div>
<div class="action-menu ab_ctl">
<a aria-expanded="false" aria-haspopup="true" aria-label="Detalles del resultado" class="clickable-dropdown-arrow ab_button" data-ved="0CGkQ7B0wCw" href="https://www.google.es/#" id="am-b11" jsaction="ab.tdd;keydown:ab.hbke;keypress:ab.mskpe" role="button"></a></div>
</span><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;"> Hace unos días me volvió a invitar a una tertulia radiofónica en
la que participarían varios autores, que tenía como tema el papel que desempeña
el escritor hoy en día. Tuve que rehusar la invitación por motivos de
incompatibilidad de horarios, pero la satisfacción producida por su llamada, fue enorme.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">La transmisión se
emitió el día 29 de enero, pero espero poderla escuchar, online, en la
repetición del sábado. Para los interesados aquí van los datos:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<cite><b><span lang="IT" style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: IT;">Radio
bellvei online<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El alambí</span></b></cite><cite><span lang="IT" style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: IT;"> </span></cite><span lang="IT" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: IT;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Además estoy leyendo su
última novela, “En torno a mí”, de la que hablaré más adelante, cuando la haya
terminado. Porque Ramón es un hombre que no se conforma con leer (es su afición
incurable), ni con hablar de temas literarios, sino que siente la necesidad de
expresarse con palabras indelebles, negro sobre blanco. Además es una persona
solidaria, que se implica en actividades que ayudan a los demás. Espero tenerlo
pronto en Mallorca, para la presentación de algunos de sus escritos y poderle,
por fin, invitar a unos vasitos de vino blanco y “uns variats” en los bares de
la “Plaça” de Petra, el pueblo donde paso los fines de semana con los amigos y
la familia.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Durante la entrevista se produjo un hecho curioso, ya que gracias a una reflexión de Ramón durante la entrevista, descubrí que
la necesidad que tengo de caminar hacia el horizonte, al atardecer (Cuando el
día cambia de color), me viene de atrás. No había vuelto a pensar en ello, pero
durante los años de mi juventud, cuando el invierno encrudecía y planeaba sobre
mi ciudad natal, lugar donde el sol no aparece durante seis meses y las nieblas
son tan intensas que no dejan ver ni coches ni transeúntes a un metro de
distancia, sin darme cuenta vivía esperando la llegada de la primavera. Y cuando esto acontecía,
se podían contemplar, casi sin preaviso, unas puestas de sol espectaculares, de
las que llenaban el cuerpo y la mente de energía. Era por la tarde, a la vuelta
del colegio, cuando yo caminaba hacia casa, siguiendo aquella luz, empapándome
en los rayos de un sol que parecía haber desaparecido durante un tiempo, y que
volvía renovado, en todo su esplendor. Hace más de veinticinco años que no
experimento el desasosiego que me producía el final del verano y la llegada del
otoño, ya que en Mallorca el influjo del Mediterráneo nos ahorra las
inclemencias del invierno. Pero este caminar hacia luz, que desaparece detrás
del horizonte, ha perdurado en el tiempo, y sigo caminando hacia el oeste…algún
día llegaré al mar…en la Isla no sería muy difícil: más complicado es seguir
apostando por la cultura, como hace Ramón Valls. ¡Enhorabuena, Ramón! <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><a href="http://www.ramonvalls.eu/"><span style="color: blue;">www.<b>ramonvalls</b>.eu</span></a> </span></i><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 200%;"><o:p> </o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-89656073425134908262014-01-27T10:15:00.001-08:002014-01-27T10:15:40.243-08:00...un año más y flors d'ametler.Hoy es mi cumpleaños. El día ha sido especialmente ventoso, pero el cielo ha adquirido un color azul intenso, el que le queda después de haber sido barrido por el viento que arrastra las pocas nubes que se agarran como pueden en las alturas. De esta manera es como las flores de almendro, de los arboles cercanos a mi casa, destacan más contra la pared oscura de la montaña y sobre el halo celeste que las envuelve. Porque por mi cumpleaños los almendros siempre están en flor, hecho que me alegra la vida y me llena de aromas y emociones positivas. <br />
Siempre me ha gustado cumplir años, como si las experiencias de mi vida, en vez de pesar como losas, me cargaran de energía. Y siempre me ha gustado celebrarlo con mis amigas, algunas de las cuales esperan el acontecimiento para volverse a ver, año tras año.<br />
Ha habido pocas ocasiones sin celebraciones y siempre debidas a causas mayores, como pasó hace un par de años. Pero hay es un día feliz, lleno de llamadas telefónicas, felicitaciones familiares y mensajes entrañables. <br />
Por esto quiero dedicar unas páginas que escribí cuando no hubo ninguna fiesta, el año en que no hubo flores de almendros ni cielos azules,( escrito que incluí en mi última novela), a las amigas que siempre han estado presentes, a las que siempre me felicitan, a las que se olvidan, a las nuevas llegadas y a las que están por venir. Va por vosotras, para que sepáis que hoy es un día radiante.<br />
Molts d'anys, amén...en vida vostra!<br />
<br />
<br />
<div style="mso-element-anchor-horizontal: column; mso-element-anchor-vertical: paragraph; mso-element-frame-hspace: 5.65pt; mso-element-linespan: 3; mso-element-wrap: around; mso-element: dropcap-dropped; mso-height-rule: exactly;">
<table align="left" cellpadding="0" cellspacing="0" hspace="0" vspace="0">
<tbody>
<tr>
<td align="left" style="background-color: transparent; border: rgb(0, 0, 0); padding: 0cm 5.65pt;" valign="top">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 40.5pt; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-element-anchor-horizontal: column; mso-element-anchor-vertical: paragraph; mso-element-frame-hspace: 5.65pt; mso-element-linespan: 3; mso-element-wrap: around; mso-element: dropcap-dropped; mso-height-rule: exactly; mso-line-height-rule: exactly; page-break-after: avoid; text-align: justify; text-indent: 1cm; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: "Cambria Math","serif"; font-size: 54pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-text-raise: -5.0pt;">E</span></div>
</td>
</tr>
</tbody></table>
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;">s
el 21 de noviembre y cumplo cuarenta y siete años. Desde que he llegado he
perdido un año por cada día que ha pasado: diez días, diez años. Esto a pesar
del hecho de que siempre he sido una persona activa y juvenil. Los genes han
sido generosos con nuestra familia, motivo por el cual mi hermano sigue
pareciendo el chico que terminó la universidad y partió al mundo, hace ya un
par de décadas. Y mi padre siga llevando una vida de intrépido aventurero que
haría sombra a personajes como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mc Gyver</i>.
Una versión moderna de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Robinson Crusoe</i>,
capaz de acampar sobre una pequeña isla y vivir de lo que ofrece la naturaleza,
en perfecta armonía con el entorno. Por no hablar de mi tía paterna,
absolutamente inmune al paso del tiempo y que vive una vida plena con la misma
energía que yo recordaba en las visitas a su casa de la playa durante mi
adolescencia. La parte materna tampoco se queda atrás: el tío Ángel desconoce
el vicio de la pereza y aunque tenga una edad indefinida entre los setenta y
los ochenta, no duda en correr si alguien necesita su ayuda.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">Mi
madre no sabe de este pasar rápido del tiempo, del correr de las horas, de las
arrugas que surcan, de repente, mi rostro y que no corresponden con mis datos
del registro civil. Ella duerme un sueño inducido, un sueño artificial pero no
por esto tranquilo. Me gustaría pensar que detrás de su quiete aparente y
absoluta, se esconda un mundo de tranquilidad mental. Pero no creo equivocarme
si afirmo que su inmovilidad de respiración asistida es sólo un espejismo. El
ruido pausado e hipnótico del respirador <span style="letter-spacing: -0.2pt;">artificial
esconde, en realidad, un revoloteo de sueños sin fin, tangibles</span> <span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt;">y reales como las maquinas
que la rodean y controlan incesantemente</span><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;"> sus constantes vitales. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Times New Roman;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;">Ella no sabe de mi envejecimiento, en estos
momentos sus ojos están sellados por los sedantes, pero tampoco los que están
alrededor parecen percibir el cambio y siguen equivocándose, felicitándome mis
recién estrenadas treinta y siete primaveras de registro civil (¿o tendría que
decir otoños?), cometiendo un error que me deja estupefacta, tanto es evidente
para mí, el cambio que he experimentado. A modo de disculpa puedo decir que,
efectivamente, los signos externos no son tan evidentes: no hay ningún cabello
blanco de más, las arrugas son las estrictamente necesarias <span style="letter-spacing: -0.2pt;">y como no poseen una máquina de rayos X que pueda
cartografiarme</span> el alma, la tarea de rastreo de la pérdida de este tiempo
valioso, se complica...</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
</div>
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Times New Roman;">
</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 18pt;"><o:p></o:p></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Times New Roman;">
</span></div>
</span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong></strong></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong></strong></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong></strong></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong></strong></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga0hxaKtFVjfN5_6FjMfWXLKjmfxen_4Fyu4jfJNkiuYSOK03iOCFPm4uRpIOmphpukHS6AJ_AziB6cO3QwDnZnm4AoDEMnXqBBZ3oWBmc83elwo-9v5XkFngXrGkxxgJgVrfyZ8fcDzE/s1600/ametler.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga0hxaKtFVjfN5_6FjMfWXLKjmfxen_4Fyu4jfJNkiuYSOK03iOCFPm4uRpIOmphpukHS6AJ_AziB6cO3QwDnZnm4AoDEMnXqBBZ3oWBmc83elwo-9v5XkFngXrGkxxgJgVrfyZ8fcDzE/s1600/ametler.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;"></span> </div>
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;"><em><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong></strong></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong></strong></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Francesca Valentincic: "Cuando el día cambia de color" Ediciones</strong> <strong>Atlantis</strong></span></div>
<br />
</em> </span><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;"><em> <a href="http://www.edicionesatlantis.com/catalogo/3/831/">www.<b>edicionesatlantis</b>.com/catalogo/3/831/</a></em></span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;"><img alt="cubierta de nombre del libro" src="http://www.edicionesatlantis.com/media/photologue/photos/cache/Cuando%20dia%20cambia%20de%20color%20Portada%20pq_media.jpg" /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span> </div>
<span style="font-family: Times New Roman;">
</span></span><br />
<br />
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-25495950569646495362014-01-23T02:31:00.000-08:002014-01-23T02:31:12.885-08:00Mi cocina huele a lavanda, naranjas y limones.Como he dicho en varias ocasiones, quien me conoce bien sabe la importancia que doy a las reuniones con amigas en mi cocina, delante de una taza humeante de té, con el aroma de la lavanda recién cortada y los limones de mi limonero, que se dobla, incansable, bajo el peso de sus frutos. No podría vivir sin estos momentos que, por razones de vida cotidiana, se hacen, a veces , demasiado escasos y espaciados en el tiempo y que estoy teniendo la tendencia a recuperar.<br />
La llamada de una buena amiga esta mañana, me ha recordado esta necesidad, sobretodo porque ella, excelente anfitriona, tiene una casa tan acogedora que, aunque ella no lo sepa, ha sido elegida como mi lugar preferido para recargar el alma de buenas vibraciones. Siempre digo que hay casas de todos tipos y estilos: modernas, recargadas, antiguas, minimalistas, bohemias.Todas pueden tener algo positivo, aunque no me guste la decoración, pero es innegables que las hay que te echan, de alguna manera hacen que no te sientas a gusto y que no quieras permanecer en ellas más que lo necesario. Definitivamente no es el caso de la morada de mi amiga, donde el té calienta mi interior a la par que sus paredes, y las galletas caseras de mantequilla me alimentan junto a las palabras de la propietaria. Ella sabe de quien estoy hablando y quiero dedicarle unas páginas de mi última novela que, con entusiasmo y cariño, acaba de leer. Va por ti, querida amiga de tertulias enriquecedoras.<br />
Ah, la banda sonora, en este momento está a cargo de John Denver y Simon and Garfunkel (absolutamente en versión vinilo)...y quien si no, para un momento como este.<br />
<br />
<br />
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">"...Porque cuando Carlos se marchaba por la mañana temprano y el alba se
asentaba, Blanca bajaba hasta la orilla del mar, caminaba por la playa
recogiendo unas conchas que, a su regreso colocaba en un jarrón de cristal
situado en la mesita de la entrada cerca del plato de las llaves, y subía por
un camino entre matorrales, donde <span style="letter-spacing: -0.2pt;">encontraba
los elementos vegetales y minerales (las flores escaseaban</span>) que, una vez
en casa, arreglaba con sabiduría en composiciones dignas de la mejor
floristería alternativa. Después de una ducha rápida empezaba la preparación de
la tarta del día. Y esperaba, convencida que en algún momento, su mejor amiga
aparecería por la puerta. Por esto no podía empezar ninguna tarea importante,
todo tenía que ser perfecto, todo en su sitio, en orden, todo a punto. Los
mantelitos para el té, la tarta, los arreglos vegetales. En cierta manera,
justamente por esto, nunca le habían gustado las visitas programadas, le hacían
estar en tensión, no empezaba n<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;">inguna
labor, siempre esperando al que tenía que llegar: prefería las visitas espontáneas,
que la pillaban por sorpresa, haciendo lo que fuera y con el alibi de poder
ofrecer simplemente lo que había en aquel momento en la despensa o en la
nevera. Pero aquella situación era distinta, sabía que alguien vendría, era lógico
que lo hiciera y ella lo necesitaba.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Times New Roman;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;">Cuando llegaba el mediodía sin que nadie
hubiera hecho acto de presencia, se preparaba rápidamente algo de comer,
dejando la cocina impoluta y con los mantelitos preparados para el té. Nunca
tocaba el dulce que había preparado, colocaba el jarrón con las flores o los
arbustos de turno, secaba y guardaba los platos y los <span style="letter-spacing: -0.2pt;">cubiertos que había empleado, para que la coreografía fuera perfecta</span>,
para que la casa y la cocina no perdieran aquel aspecto entrañable que ella percibía
y quería transmitir. Pero su cocina hacía años que <span style="letter-spacing: -0.2pt;">había perdido aquella aura de paz y sosiego que ella había construido</span>
a base de paciencia y terquedad.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Times New Roman;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt;">Su obstinación había conseguido crear un mundo
a su medida, un lugar de paso donde las personas pudieran abastecer el cuerpo y
la mente, para poder partir con las pilas recargadas, un puerto de mar donde
resguardarse de las tormentas de la vida. Recordaba que alguien, un día, le
había hablado de una conocida que vivía sola en un ático muy céntrico en la
ciudad. Cuando, por las noches, encendía las luces del salón, aquella esquina
luminosa ejercía un poder de atracción para los amigos que salían de los
restaurantes o las discotecas, cual bombilla para unas falenas decepcionadas
por una noche que habían esperado diferente. <span style="letter-spacing: -0.2pt;">Todos
se dirigían, entonces, hacia aquel faro en medio del cemento</span>, aquel
único lugar de acogida que, con su luz, los salvaba de estrellarse en los
meandros del amanecer.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Times New Roman;">
</span><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">Concebía
la amistad como un apéndice de su vida familiar, inseparable de cualquier
actividad, parte de su cotidianidad. Le encantaba organizar meriendas que se
prolongaban más allá de la cena, se alegraba si el timbre de la puerta sonaba
porque una amiga se había desviado de su camino para ir a verla. Era una firme <span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">promotora de veladas intimistas y reencuentros de viejos amigos. Tardó
años en darse cuenta de que no todo el mundo tenía la misma percepción de la
amistad. Mientras tanto había luchado con uñas y dientes para impulsar
amistades recién empezadas, para avivar la llama de las consolidadas, para
mantener pegados los fragmentos de las que ya hacía tiempo que habían dejado de
existir y que Blanca se negaba a dejar partir, por si quedaba algo de los
buenos tiempos. "</span></span></span><br />
Francesca Valentincic: "<em>Cuando el día cambia de color" </em>Ediciones Atlantis<br />
<em><a href="http://www.edicionesatlantis.com/catalogo/3/831/">www.<b>edicionesatlantis</b>.com/catalogo/3/831/</a></em><br />
<em><img alt="cubierta de nombre del libro" src="http://www.edicionesatlantis.com/media/photologue/photos/cache/Cuando%20dia%20cambia%20de%20color%20Portada%20pq_media.jpg" /></em><br />
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-64475202621038502162014-01-22T02:36:00.000-08:002014-01-22T02:36:22.661-08:00Simplemente....REVOLVERHace dos días que la banda sonora que inunda mi cocina es la voz de Carlos Goñi, acompañado por los componentes del grupo Revolver. Y es que el día de <em>Sant Sebastià</em> tocaron en una plaza de <em>ciutat </em>y, a parte de poner el broche final a un día que, por motivos que no vienen al caso, ya había empezado bien, me siguen alegrando el resto de la semana. <br />
He seguido a Carlos Goñi en varios conciertos (recuerdo con especial cariño el de la Sala Assaig del Polígono Son Castelló) y puedo asegurar, sin que nadie de mis cantautores favoritos se ofenda, que es una de las mejores voces en directo que haya oído nunca. <br />
Acostumbrada a sus conciertos acústicos, que son mis preferidos (ya que aunque no fume, soy una chica del mechero de los '80), me ha sorprendido con una versión eléctrica simplemente perfecta. Con Goñi tocaban un batería y un bajo, el sonido maravillosos de los cuales, mezclados con las notas de la guitarra magistral del cantante, llegó a las entrañas de los presentes, rebotando en las paredes de los edificios colindante, para volver a nuestro interior. Y con este sonido interno, con estos intensos solos de guitarra, el retumbar del bajo, los redobles de la batería, la voz cálida, las palabras importantes, convivo estos días: y espero conservar la sensación durante mucho tiempo.<br />
Como cuando salimos de un cine, donde hemos visto una película enriquecedora o hemos leídos un libro que nos remueve el alma (y vuelvo al caso de mi futura amiga Carlota Lama), o salimos del teatro después de haber visto <em>Mort d'un anarquista</em> interpretado por<em> Es millor de cada casa,</em> intentamos preservar aquella maravillosa sensación que nos ha producido la obra, para que la cotidianidad no la engulla, en su proceso de arrasarlo todo.<br />
Después de una experiencia cultural que me haya dejado buen sabor de boca, siempre tengo la sensación de que los artistas que me han alegrado el momento, no tengan todo el reconocimiento que se merecen (será que mis artistas favoritos no son autores americanos que escriben best sellers, o cantantes que arrasen en los 40 principales). Y pienso en la soledad del artista: sentimiento entendido como la sensación que invade a todo aquel que después de haberse subido a un escenario para cantar, tocar, actuar, presentar un libro, o después de cerrar la galería donde ha expuesto sus fotos, sus cuadros, sus esculturas, tiene, inevitablemente, que volver a casa. Quien no se haya encontrado nunca en esta situación, no podrá entender hasta el final la necesidad de seguir contando lo que acaba de pasar, revivir las jugadas, comentar los fallos y los éxitos. Por esto para un artista, después de tal descarga de adrenalina, después de los nervios que preceden al espectáculo, el momento no tendría que terminar nunca. Porque el vacío que te invade después de haberte expuesto tanto, sólo puede ser rellenado por amigos que hablen de ello.<br />
No se si Carlos Goñi ya lo tiene superado, a lo mejor no es su caso, pero, el día 20 de enero, adrenalina descargó mucha, sus músicos dieron lo mejor de sí, y entre todos consiguieron recargar las pilas de mi alma: sólo por esto espero que hubiera unos amigos esperándoles al final del concierto, que encontraran un bar abierto y que pudieran revivir la noche con todo lujo de detalle.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-16885352631804613652014-01-18T14:10:00.000-08:002014-01-18T14:10:16.860-08:00Cuando un río se encuenta con el mar.Hace sólo un momento, he leído las últimas palabras de la novela "El encuentro de las Aguas", de la escritora gallega Carlota Lama y aprovecho el hecho de que el placer de su lectura no se haya desvanecido del todo, para plasmar alguna emoción y sensación, antes de que los quehaceres cotidianos me llamen y despisten, amordazando momentáneamente, mis ganas de escribir. <br />
Hace ya muchos años que cambié las aguas del río Mincio, un afluente del Po, por las del Mediterráneo, y realmente, nunca viví la experiencia de convivir con el encuentro de las aguas dulces y las saladas, ya que mi cuidad de origen distaba varios centenares de quilómetros de la desembocadura del río. Además, en la Isla que considero mi verdadera morada, los ríos brillan por su ausencia y las "torrentades" provocadas por las "gotas frías" de septiembre, pasan delante de nuestros ojos arrasándolo todo y durando lo que dura la descarga del cielo.<br />
Por esto disfruté con las descripciones de una fuerza de la naturaleza, de la colisión del Miño y el Océano, lucha que se convierte en connubio, donde se confunde la salida de uno y la penetración tierra adentro del otro <em>:"...el espectáculo me pareció sobrecogedor. Era una apasionada lucha de fuerzas que provocaba el caos: oleaje desordenado y salvaje, espuma de ira, descontrol de corrientes, rugidos de muerte, remolinos de rabia y todo ello sin fin y para siempre, en una guerra eterna, una condena perpetua". </em><br />
<br />
A través de sus personajes también he podido pasear a lo largo de la costa gallega y desplazarme hasta cruzar la frontera con Portugal, sintiéndome sobre aquel litoral tan distinto al de la tierra que habito: <em>"...entré en un pinar de arena espectacular y seguí por un camino que bordeaba el agua del río. Unas dunas señalaban el final del trayecto...sabía que al otro lado de las dunas tenía que estar la barra del río, el mar y la playa. Pero no me imaginé que lo que me iba a encontrar fuese tan grandioso. Todo allí llegaba hasta el infinito en tres franjas de colores: el verde oscuro de los pinos, el blanco de las dunas y la playa y el azul que unía el cielo con el mar.</em><br />
<em></em><br />
Yo que vivo en una isla y que sueño con tener, algún día, una casita delante del mar, me entusiasmé con la que compró Quique, el amigo de Susana, la protagonista: <em>"...cuando Quique volvió de sus viajes y se instaló definitivamente en el pueblo, buscó una casita con dos dormitorios pensando en ella. es una casa de piedra con unas vigas de madera roídas por el salitre y la humedad, pequeña y acogedora, tan cerca del mar que en invierno los cristales se llenan de sal. A veces, cuando el océano se pone bravo, parece que va a salir flotando arrastrada por las olas"</em>.<br />
<br />
Susana, la protagonista de la novela, podría ser una buena amiga ya compartimos muchos gustos: los paseos, la vida sencilla, posiblemente en un pueblo, donde se conserven los valores y la vida sosegada de antaño, la cercanía del mar, los amigos y las tertulias en la cocina (quien me conoce bien sabe la importancia que doy a este último detalle). Lo mismo hace Carlota Lama, cuando pone en boca de Susana estas palabras: <em>"...las mejores reuniones se hacen en la cocina, alrededor de tazas de café o caldo gallego, o roscones como hoy. A ser posible por la tarde. Se habla más fácil, salen más fluidas la palabras".</em><br />
<em></em><br />
Como suelo decir, los que escribimos siempre nos exponemos un poco, porque por mucho que no lo queramos, parte de nuestras emociones y sentimientos se cuelan entre las líneas escritas negro sobre blanco, y quedan indelebles y para siempre, a la merced de quien quiera leerlas, sometidas a su interpretación, a su predisposición o estado de ánimo, factor que hace que cada uno pueda, luego reinterpretar, como quiera. Es un aspecto peligroso a lo que Carlota se ha sometido sin miedo, saliendo airosa de la batalla.<br />
Porque por mucho que la historia sea ficticia, que los personajes sean inventados, creo y espero haber encontrado algo de la autora, en la novela. Si sólo se asemejara en una pequeña parte a su protagonista femenina, tendría una amiga en Mallorca para toda la vida.<br />
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Enhorabuena Carlota, por fin un libro para nutrir el alma y no uno de los que, utilizando las palabras de tu heroína refiriéndose a los best sellers americanos: <em>"...un horror. Amor, patriotismo barato, y mucho lujo, lo perfecto para asegurarse el éxito en USA. Dedicado a un gran numero de personas no pensantes que los devoran independientemente de su calidad. Sólo con cuatro claves básicas se venden como churros. lo que me enfada es que también triunfen por aquí. No soporto que nos invadan los desechos de la sociedad americanas y que no lleguen las cosas que de verdad merecen la pena, que son tantas.</em><br />
<br />
El encuentro de las Aguas, ganadora del Premio Isla de Las Letras 2013, como mejor novela urbana, es una de las que merecerían ser conocidas.<br />
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Carlota Lamas: "El encuentro de las Aguas" Ediciones Atlantis<br />
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<span class="negro">Libros relacionados</span></h3>
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<li><a href="http://www.edicionesatlantis.com/catalogo/12/el-encuentro-de-las-aguas/726"><img alt="El encuentro de las aguas" class="listado_libros01_cubierta" src="http://www.edicionesatlantis.com/media/photologue/photos/cache/Portada%20El%20encuentro%20de%20las%20aguas_peque.jpg" /><strong>El encuentro de las aguas</strong></a> <i>Carlota Lama</i><b>346 pag / 20,00 € </b><img alt="comprar libro" class="pedida_libro" src="http://www.edicionesatlantis.com/media/images/iconos/bn/comprar.png" /> <a href="http://www.edicionesatlantis.com/autor/540/#"><img alt="Ver más sobre el libro" src="http://www.edicionesatlantis.com/media/images/iconos/bn/bullet.png" /></a> </li>
</ul>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-6666270783447396762014-01-18T12:05:00.000-08:002014-01-18T12:05:21.154-08:00Mort accidental d'un anarquista<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">El día 31 de enero, en el Teatro Can Ventosa de Eivissa, a las 21.30, se representará una obra fantástica :"Mort accidental d'un anarquista" de Dario Fo. La compañía teatral a cargo del espectáculo, y que ya la ha representado con éxito en varios teatros de la Isla, es nada menos que "Es millor de cada casa", un maravilloso grupo de personas decididas a hacer cultura con una fuerza admirable. Luchando contra las dificultades que supone montar un espectáculo hoy en día, no se cansan de reunirse para ensayar piezas importantes con las que deleitar a los numerosos espectadores que acuden puntuales a sus llamadas. Esta última puesta en escena, les ha afianzado más en el panorama cultural Balear, dada la complejidad de la obra elegida. Y es que su compenetración en los ensayos y en la vida real, se deja ver sobre el escenario, donde dejan, con cada actuación, un pedacito de su alma. Qué mejor dramaturgo, para expresar sus emociones, que un grande como Dario Fo. La magia de la representación teatral está asegurada con la conjunción de estos actores "eivissencs" y del autor italiano. Espero verlos pronto en Mallorca: mientras tanto disfrutaré desplazándome a "les Pitiüses", donde es siempre un placer aterrizar. </span><br />
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<div class="_46-h" style="height: 140px; width: 377px;">
<img alt="Foto de Es Millor de Cada Casa." class="_46-i img" height="240" src="https://scontent-a-ams.xx.fbcdn.net/hphotos-prn1/p240x240/1522208_200579523477053_1391916309_n.jpg" style="left: -1px; top: -20px;" width="379" /></div>
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<a ajaxify="/ajax/events/feed/join.php?fbid=1481821672044673&source=22" class="_42ft _42fu _5lig" data-ft="{"type":56,"tn":"r"}" href="https://www.facebook.com/events/1481821672044673/" id="u_0_2m" rel="async-post" role="button"><i class="mrs img sp_b6fmvb sx_a754a0"></i>Participar</a></div>
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Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-7404058751936023402013-12-30T11:58:00.001-08:002014-02-20T11:46:54.324-08:00..."Si quiere volver a cenar conmigo, cuando las luciernagas estan volando..."Ayer por la noche, volví a ver, por enésima vez la película "Los puentes de Madison", magistralmente dirigida por Clint Eastwood e interpretada por el mismo, junto a Meryl Streep.<br />
Y esta vez también lloré, como hago en cada ocasión en que tengo el placer de verla. Lloré por un amor fugaz pero eterno, el que da sentido a toda una vida. Lloré por una pasión, que quedó inalterada durante décadas, sin padecer los desperfectos que, posiblemente, hubieran causado el día a día y el estilo de vida diferentes de los protagonistas de la relación. Lloré por la desgarradora decisión de Francesca, por el sufrimiento de Robert y por el descubrimiento de una madre, tardío, por parte de unos hijos que la creían distinta. Me emocioné porque "...esa clase de certezas, sólo se presentan una vez en la vida...", como muy bien expone el protagonista masculino.<br />
Pero la maravillosa película de Eastwood, adaptación de la preciosa novela de Robert James Waller, que leí, lógicamente, entre lagrimas, hace ya muchos años, nos abre un abanico infinito de detalles a los cuales agarrarse.<br />
Hay una frase en especial que refleja mi manera de pensar: "...los viejos sueños eran buenos sueños, no se realizaron pero me alegro de haberlos tenido...". <span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"> <span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Quien me conoce sabe que me gusta más la expectativa que genera un
acontecimiento a punto de ocurrir que vivir el acontecimiento en sí, que me
conformo y me produce felicidad el saber que algo hubiera podido ser, aunque,
luego, no haya sido y que, en ocasiones, amo más la trama que el desenlace. Alguien me podría considerar una persona poco ambiciosa y conformista: tendría razón en el primero de los casos, pero en ningún caso en el segundo porque nunca soñar ha sido sinónimo de conformismo, sino de libertad de la mente, independencia de la imaginación, autonomía y emancipación de los sentimientos, en definitiva libre albedrío en la gestión de las emociones.</span></span><br />
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="font-family: Times;"></span></span><br />
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="font-family: Times;"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"></span></span></span><br />
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="font-family: Times;"></span></span><br />
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="font-family: Times;">Otro punto a destacar es la omnipresencia de la luz durante toda la película y relato: "...la luz estaba cambiando..." oímos decir al fotógrafo. Esto me permite volver a enlazar con el hilo conductor del blog...el color del día, las variaciones de luz que influyen en nuestro ciclo vital y en nuestras sensaciones. A este propósito os aconsejo echar un vistazo a la página web de una excelente fotógrafa cuyo nombre es Isabella Balena. Profesional comprometida con su trabajo y con los temas que ha fotografiado. Reportera incansable, presente en todos los lugares del mundo donde había alguna noticia que hacernos llegar, ha mirado durante años por nosotros, a través de las lentes de sus cámaras. De aquí han surgido varias exposiciones y libros de fotografías. Si tenéis cinco minutos, mirad como emplea la luz Isabella en <a href="http://www.isabellabalena.net/">www.isabellabalena.net</a>, una luz que, mientras cambia, nos habla de mujeres valientes, de lugares de la Segunda Guerra Mundial que han sido olvidados y que ella no quiere se olviden, de la vida cotidiana.</span></span><br />
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="font-family: Times;"></span></span><br />
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="font-family: Times;"><img src="http://3.bp.blogspot.com/-8B-oJV7oA0s/TiOmOJpONjI/AAAAAAAAAIs/R2dzOofjVPk/s640/los%252520puentes%252520de%252520madison.jpg" height="250" title="Descargar libro: Los puentes de Madison County. Robert James Waller" width="300" /></span></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6544079909353405250.post-76622240643112811612013-12-29T11:13:00.000-08:002013-12-29T11:13:25.805-08:00El momento en que el día cambia de color.<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">El título “Cuando el día cambia de color”, hace referencia a un instante
concreto del día, que no es otro que el momento exacto en que, al atardecer,
cuando el sol ya ha desaparecido detrás de una colina, el astro deja tras de sí
un último resquicio de luz, que tiñe el cielo de un azul tan intenso, que nos
infunde la esperanza de que no todo está perdido. Es el momento exacto en que
lo que nos rodea se vuelve mágico y todo parece posible. Y es el lapso de
tiempo que yo elijo para ir a caminar, porque nunca me ha gustado que la
oscuridad me sorprenda en casa, desprevenida. Y camino hacia el oeste,
empapándome de aquella luz especial, hasta que me es posible, hasta que un destello rezagado reúne todas sus fuerzas, para impactar con contundencia en mi retina, envolviéndome, a mí y al entorno, en un halo irreal.</span><br />
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">Lógicamente, como su propia palabra indica, el momento no dura eternamente y, a mi vuelta, amparada por las paredes de mi casa, necesito alargar aquella sensación y recrear las emociones que me producen las variaciones de luz. Esto es lo que pretendo con la creación de este blog: espero sea un lugar donde los últimos rayos de sol impacten incansables y me den la posibilidad de expresar los pensamientos que me invaden durante mis paseos. </span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/09353838757517118236noreply@blogger.com0