domingo, 29 de diciembre de 2013

El momento en que el día cambia de color.

El título “Cuando el día cambia de color”, hace referencia a un instante concreto del día, que no es otro que el momento exacto en que, al atardecer, cuando el sol ya ha desaparecido detrás de una colina, el astro deja tras de sí un último resquicio de luz, que tiñe el cielo de un azul tan intenso, que nos infunde la esperanza de que no todo está perdido. Es el momento exacto en que lo que nos rodea se vuelve mágico y todo parece posible. Y es el lapso de tiempo que yo elijo para ir a caminar, porque nunca me ha gustado que la oscuridad me sorprenda en casa, desprevenida. Y camino hacia el oeste, empapándome de aquella luz especial, hasta que me es posible, hasta que un destello rezagado reúne todas sus fuerzas, para impactar con contundencia en mi retina, envolviéndome, a mí y al entorno, en un halo irreal.
Lógicamente, como su propia palabra indica, el momento no dura eternamente y, a mi vuelta, amparada por las paredes de mi casa, necesito alargar aquella sensación y recrear las emociones que me producen las variaciones de luz. Esto es lo que pretendo con la creación de este blog: espero sea un lugar donde los últimos rayos de sol impacten incansables y me den la posibilidad de expresar los pensamientos que me invaden durante mis paseos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario