jueves, 30 de enero de 2014

El alambí...Radio Bellvei


Qué difícil es hacer que la gente se interese por un acto cultural, qué complicado organizar alguno, casi imposible sobrevivir a la indiferencia por parte de los conocidos por lo que concierne el evento en cuestión, heroico no derrumbarse delante de las puertas que cierran las instituciones, con tal de no ofrecer ayuda. Afortunadamente conozco unas cuantas personas que no se rinden y continúan fomentando el desarrollo de la cultura desde su atalaya de palabras escritas y pronunciadas.

Hoy me gustaría hablar de uno de estos paladines de la sabiduría, un luchador incansable que emplea el sonido de su voz a guisa de arma infalible. Ramón Valls es un catalán incansable, que desafiando las reglas que rigen el desentendimiento hacia las cosas que cuentan, se sienta cada miércoles detrás del micrófono de una radio de la provincia de Tarragona, Radio Bellvei, y dirige el programa El Alambí (Alambique de escritores), lugar desde donde expande por el éter sus palabras de sabio y las opiniones de quien quiera compartir la hora con él.

Tuve la suerte de que me quisiera entrevistar hace unos meses, coincidiendo con la salida de mi novela “Cuando el día cambia de color”, y la experiencia fue realmente enriquecedora.
 
 Hace unos días me volvió a invitar a una tertulia radiofónica en la que participarían varios autores, que tenía como tema el papel que desempeña el escritor hoy en día. Tuve que rehusar la invitación por motivos de incompatibilidad de horarios, pero la satisfacción producida por su llamada, fue enorme.

La transmisión se emitió el día 29 de enero, pero espero poderla escuchar, online, en la repetición del sábado. Para los interesados aquí van los datos:

Radio bellvei online  El alambí

Además estoy leyendo su última novela, “En torno a mí”, de la que hablaré más adelante, cuando la haya terminado. Porque Ramón es un hombre que no se conforma con leer (es su afición incurable), ni con hablar de temas literarios, sino que siente la necesidad de expresarse con palabras indelebles, negro sobre blanco. Además es una persona solidaria, que se implica en actividades que ayudan a los demás. Espero tenerlo pronto en Mallorca, para la presentación de algunos de sus escritos y poderle, por fin, invitar a unos vasitos de vino blanco y “uns variats” en los bares de la “Plaça” de Petra, el pueblo donde paso los fines de semana con los amigos y la familia.

Durante la entrevista se produjo un hecho curioso, ya que gracias a una reflexión de Ramón durante la entrevista, descubrí que la necesidad que tengo de caminar hacia el horizonte, al atardecer (Cuando el día cambia de color), me viene de atrás. No había vuelto a pensar en ello, pero durante los años de mi juventud, cuando el invierno encrudecía y planeaba sobre mi ciudad natal, lugar donde el sol no aparece durante seis meses y las nieblas son tan intensas que no dejan ver ni coches ni transeúntes a un metro de distancia, sin darme cuenta vivía esperando la llegada de la primavera. Y cuando esto acontecía, se podían contemplar, casi sin preaviso, unas puestas de sol espectaculares, de las que llenaban el cuerpo y la mente de energía. Era por la tarde, a la vuelta del colegio, cuando yo caminaba hacia casa, siguiendo aquella luz, empapándome en los rayos de un sol que parecía haber desaparecido durante un tiempo, y que volvía renovado, en todo su esplendor. Hace más de veinticinco años que no experimento el desasosiego que me producía el final del verano y la llegada del otoño, ya que en Mallorca el influjo del Mediterráneo nos ahorra las inclemencias del invierno. Pero este caminar hacia luz, que desaparece detrás del horizonte, ha perdurado en el tiempo, y sigo caminando hacia el oeste…algún día llegaré al mar…en la Isla no sería muy difícil: más complicado es seguir apostando por la cultura, como hace Ramón Valls. ¡Enhorabuena, Ramón! 


 

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